El último día de mayo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, presentó en Diputados el segundo informe de gestión del año. Respondió más de 900 preguntas que los legisladores de la Cámara Baja le formularon por escrito. Una de ellas estaba vinculada a un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) que reveló que los pasajeros de los cruceros eran trasladados desde los barcos hasta la Terminal Benito Quinquela Martin en colectivos de línea, puntualmente del Grupo Plaza. Quizá contra todo pronóstico, Peña casi no aportó información nueva al respecto.

Su respuesta se basó principalmente en los argumentos que esbozó la Administración General de Puertos Sociedad del Estado (AGPSE) en su posibilidad de descargo sobre las observaciones hechas por la AGN. 

Esta instancia, es decir, el descargo, forma parte de la elaboración del informe. Una vez que la Auditoría realiza el trabajo de campo y hace observaciones, le da lugar al auditado de hacer comentarios al respecto. En función a la explicación que recibe, la AGN decide salvar ese punto del informe o mantenerlo, como fue el caso del trabajo en cuestión. Es decir, que gran parte de los justificativos que esbozó Peña la Auditoría nacional ya los había desestimado.

Un dato a sumar son las fechas: el informe de la auditoría evaluó el período comprendido entre el 2010 y el 2014, el descargo de la Administración General de Puertos, que retoma casi en su totalidad el jefe de Gabinete, es de julio de 2016. Lo que deja ver una continuidad en ambas gestiones

Marcos Peña otorgó información novedosa sobre el recorrido que realizan los colectivos. Al respecto destacó que “la temporada de cruceros se extiende, en el mejor de los casos de Octubre a Abril, por lo que se hace inviable contar con muelles exclusivos”. Ante esta circunstancia durante la ‘temporada de cruceros’, se coordina la utilización de los muelles entre buques porta contenedores y buques de pasajeros, “haciendo mucho más eficiente la utilización de los sitios de atraque”.

A ello agrega que para el traslado de pasajeros desde el sitio de atraque a la terminal y viceversa “la elección de la empresa como prestadora del servicio Shuttle bus respondía principalmente a la capacidad del Grupo Plaza de dar respuesta a la volatilidad que caracteriza la demanda del servicio, pudiendo demandar 40 unidades en un día y por dos o tres no necesitar ningún servicio”. 

Sobre este punto el jefe de Gabinete confirma una de las observaciones más contundentes del informe de la AGN y es que “las unidades que se utilizaban son las mismas que las del trasporte urbano de pasajeros”.

En relación al recorrido de los colectivos devenidos en Shuttle Buses, Peña asegura que “se trabajó mucho con la Dirección Nacional de Migraciones, la Prefectura Naval, la Autoridad Nacional del Agua y las demás terminales para asegurar que en todo momento se cumplan los controles requeridos para esta operatoria”. Agrega que “excepcionalmente en la última temporada fue necesario utilizar el quinto espigón, que implico el traslado de pasajeros desde el atraque a la terminal de cruceros por fuera de la Zona Primaria Aduanera” y que es allí donde “el envío de los equipajes se realiza con camiones precintados y es la PNA quien monitorea el traslado de los Shuttle Buses”. 

Según el informe aprobado este año, la AGN advierte, por ejemplo, que la Administración General de Puertos "desde 1994 le otorga a Terminales Río de la Plata S.A, que es la empresa que recibe a los cruceros, sucesivos permisos de uso”, en lugar de llamar a una licitación pública.

Sobre este punto, casi calcado del descargo de la Administración General de Puertos, Peña indicó que “los permisos de uso tienen sustento normativo en los reglamentos de la AGP y que el ente cuenta con facultades suficientes como para conceder dichas autorizaciones”. Añade que “para evitar situaciones de discrecionalidad susceptibles de reproche se proyectó licitar de manera independiente la concesión de la Terminal de Cruceros”.

Las explicaciones que la Administración le dio oportunamente a la AGN fueron replicadas por Peña a los diputados: “Las condiciones del negocio original concesionado, que se centra en el servicio a buques y cargas no veda expresamente las operaciones con otros tráficos, como la atención a cruceros y sus pasajeros; al no estar expresamente prohibido, se encuentra permitido”.

A la hora de responder sobre la tasa de rentabilidad de la empresa concesionaria, que la Auditoría había calificado como “desmedida”, el Jefe de gabinete volvió a “citar” íntegramente el descargo que la Administración de Puertos le hizo oportunamente a la AGN.