Publicado en el suplemento

Acciones para la Participación Ciudadana, en Diario Perfil

En Argentina, el 8 de diciembre de cada año se arma el árbol de Navidad. Es un evento del que participa toda la familia y nadie quiere perderse. Sin embargo, desde hace unos cuantos años, el espíritu navideño se anticipa a esa fecha. Quizá no tanto en los hogares de los argentinos, pero sí en los comercios y diversos lugares públicos.
Muchos de esos árboles y pinos gigantes que se pueden ver en shoppings, plazas y espacios públicos tienen origen en el partido de San Martín, en el Gran Buenos Aires. María Rosa Virga, integrante de Navir, la empresa que los confecciona, dialogó con Acciones y contó cómo se trabaja en este rubro.

- ¿Qué servicios y productos ofrece Navir?

Somos fabricantes de artículos de navidad: árboles, pelotitas, guirnaldas. Además, hacemos decoraciones para shoppings, municipalidades, plazas y cualquier tipo de evento referido a la Navidad. Hace casi 50 años que estamos en el mercado, aunque como Navir funcionamos desde 1998. Al ser una empresa familiar, somos seis personas que trabajamos acá y se tercerizan otras cosas.

- ¿Qué significa la Navidad para ustedes, como empresa?

Para nosotros, la navidad dura 12 meses. Estamos preparando e innovando todo el año. Viendo qué se puede agregar, qué se puede hacer de nuevo. Miramos mucho lo que surge en países limítrofes y, también, en Europa. Además, decoramos todo en nuestras casas.

- ¿Cuánto tiempo demora la confección de un arbolito?

Un arbolito común, de cualquier hogar, de 60 centímetros de alto, se puede hacer en cinco minutos. Para los arbustos de dos metros, se tarda más. Se puede llegar a hacer 10 arbustos por día. Se necesita el mismo material tanto para el arbolito más común como para los grandes: en ambos casos se usa PVC, que se ve en la parte verde del árbol. El centro es de alambre.

- ¿En qué momento del año comienzan la producción?

La gente piensa que se fabrican en estas semanas de fin de año, pero nosotros arrancamos con la producción en febrero o marzo. En noviembre y diciembre hacemos todo lo que es decoración. La fabricación ya está toda lista, se trabaja en eso desde febrero hasta junio, que son los meses fuertes de producción. Después, en agosto, comienzan las ventas, que son todas para el mercado interno, no exportamos nada. En septiembre y octubre es el momento de la entrega de los pedidos a minoristas y mayoristas.

- ¿Qué cantidad de productos fabrican por día?

No hay un estimado de producción diaria. Tuvimos días en los que hicimos, por ejemplo, 200 árboles chiquitos y 2.000 guirnaldas. Se produce según lo que se necesite de stock. Nosotros nos manejamos con un stock anual. Si sobra, queda para el año siguiente y, en ese caso, la producción será menor.

- ¿Cuál fue el árbol más grande que realizaron?

El árbol más grande lo hicimos, en su momento, para la Casa Rosada: tenía 15 metros. Actualmente, el más grande es de 12 metros. Por lo general esos tan altos los alquilamos: se brinda el servicio de armado y desarme. No los vendemos. Fabricarlos de ese tamaño tarda entre un mes y dos. Por lo general, nos piden árboles tradicionales. Tenemos un modelo propio y es el que solemos alquilar. El árbol siempre es de color verde y los adornos varían en función del pedido de cada cliente: puede ser rojo, oro, plata.

- ¿Cómo fue la producción y venta en 2023?

Por lo general, a esta altura ya está todo vendido. No fue un gran año porque se vendió muy poco, hubo mucha especulación electoral y la inflación también fue un problema. Se dio un consumo muy bajo y eso repercute negativamente en la producción de árboles. Pero lo compensamos con la decoración, ahí sí que no damos abasto. Una cosa nos complementa la otra. Cada año que pasa aumenta el pedido de decoración. La gente que tiene un comercio, un lugar al que el público asiste como, por ejemplo, un hotel, que recibe mucha gente, decide decorar el lugar para tener todo ambientado y que los visitantes puedan vivir ese espíritu navideño que, en muchos casos, enciende el consumo. En el interior se decora más que en Buenos Aires.