Alejandro Melik fue designado nuevo titular de la Oficina Anticorrupción. El nombramiento fue dispuesto por el decreto 31/2023 firmado por el presidente, Javier Milei, y por el ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona. 

La Oficina Anticorrupción funciona dentro del área del Ministerio de Justicia y su ámbito de aplicación comprende a la Administración Pública Nacional centralizada y descentralizada, empresas, sociedades y todo otro ente público o privado con participación del Estado o que tenga como principal fuente de recursos el aporte estatal.

Melik es abogado por la Universidad de Buenos Aires, especializado en derecho penal y lavado de activos. Fue secretario del Juzgado Nacional en Primera Instancia en lo Criminal de Instrucción de la Capital Federal. 

En comunicación con El Auditor.info, Melik sostuvo que es un gran honor y orgullo su designación, como así también una enorme responsabilidad. “Mi intención es continuar por un camino ya iniciado en la lucha contra la corrupción y en donde, sin duda alguna, siento que cuento con el total apoyo del Sr. Ministro de Justicia y, por ende, del señor presidente, quienes la única directiva que me han dado ha sido: Sr. funcionario, cumpla con la ley. Ni más ni menos”. 

Melik reivindicó la importancia de la Oficina Anticorrupción como un organismo vital para el funcionamiento del sistema, y como una herramienta indispensable para combatir la corrupción. “Vamos a trabajar en la prevención de hechos de corrupción, mediante políticas claras de transparencia, de integridad y de difusión de la ética pública, involucrando a la ciudadanía con una participación activa. Mantendremos políticas públicas de transparencia, de comportamiento ético y de integridad de los funcionarios y un régimen de contrataciones con criterios objetivos de competencia que, además de incluir a la actividad pública, involucren también a la privada” contó el funcionario. 

Sobre la participación ciudadana, Melik sostuvo que “para alcanzar estos objetivos es muy importante la participación ciudadana, no solamente en el hecho de denunciar la corrupción, sino en la internalización de un concepto: la corrupción socava las bases del desarrollo humano. Implica mayor pobreza y afecta en mayor grado a los más vulnerables”.

Para finalizar, el nuevo titular sentenció: “Pretendo que la lucha contra la corrupción sea una política de Estado. De hecho lo es y creo que debemos, si es posible difundir aún más, lo que implica este mal, no solo desde la investigación de los hechos, ya que esto significa que el daño ya ocurrió, sino, insisto, desde la prevención”.

“Quiero destacar que la Oficina Anticorrupción no debe ser un instrumento de persecución política aunque, y sin embargo, resalto que no habrá impunidad para nadie”, afirmó.