Tras la llegada de la pandemia hubo 600.000 casos de migrantes cuya revisión fue demorada en Estados Unidos. El dato se desprende de un informe realizado por la Government Accountability Office (GAO) sobre la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración (EOIR), el organismo encargado de coordinar las audiencias que determinan si una persona debe ser expulsada del país por infringir las normas de migración. 

Entre el 18 de marzo y fines de octubre de 2020, solo se siguieron las causas de personas con detención migratoria. De esta manera, miles de inmigrantes quedaron a la espera de saber si iban a ser removidos o no del país norteamericano. 

La demora se debió a que la oficina responsable de revisar los casos tomó medidas sanitarias que limitaron el alcance de su trabajo. Se estableció un aforo en los tribunales que redujo la cantidad de personas, un sistema de rotación de jueces y personal, lo que repercutió en la cantidad de casos atendidos por el organismo.

Recomendaciones para agilizar el tratamiento

Un dato que destaca el informe es que varios funcionarios de la oficina en cuestión admitieron ante los auditores que esperaban que los presentes en una sala de audiencia utilizaran barbijo, sin orientar al público a que lo haga. En muchos tribunales, hubo hasta jueces que no usaban mascarilla y eso terminaba demorando las sesiones. 

El organismo de control también analizó otra pata del procedimiento: reuniones con partes interesadas. Dicha instancia sirve para acercar posiciones y no tener que llegar a juicio, es decir, se puede resolver antes de ir a un tribunal. Pero, desde 2017 se dejaron de celebrar reuniones periódicas y, en la pandemia, esta opción directamente desapareció. En abril de 2021 retornó este formato para aliviar la cantidad de casos que se deben atender. 

La GAO le hizo varias recomendaciones a la oficina ejecutiva, entre ellas, que el director del organismo emita una guía para el personal y los visitantes.

Ante todas estas situaciones, la GAO le hizo varias recomendaciones a la oficina ejecutiva, entre ellas, que el director del organismo emita una guía para el personal y los visitantes, la cual contenga los requisitos de uso de máscaras que se adapten a las salas de audiencias de inmigración. La misma se debe distribuir y adecuar a las disposiciones vigentes en el país.

Según consta en el informe “el EOIR carece de orientación documentada sobre el uso de máscaras específicamente adaptadas a la sala del tribunal” y si esto se hiciera bien “posiblemente se reduzca el riesgo de transmisión de covid- 19 durante las audiencias”, concluyó el organismo de control.

Cada año el ente revisor emite decisiones sobre el futuro de cientos de miles de ciudadanos extranjeros plausibles de ser expulsados bajo la ley de inmigración de EE. UU. Aproximadamente hay 500 jueces de inmigración divididos en 66 tribunales en todo el país.