Mariela Azofeifa hace 28 años que trabaja para la Contraloría General de la República de Costa Rica en el Área de Prensa. La politóloga y periodista, en diálogo con El Auditor.info explicó cómo fueron los cambios para auditar lo que a la ciudadanía le interesa, contarlo de una manera más atractiva y clara.

- ¿Qué transformaciones introdujeron en la Contraloría para hacer más accesibles los informes que realizan?

Son varios cambios y sustantivos. Uno de ellos tuvo que ver con los informes porque son el insumo para mi proceso de comunicación. La primera transformación fue incorporar al proceso de auditoría elementos de comunicación, capacitar al auditor para que aprendan con sus celulares y cámaras a hacer videos, poder traer testimoniales, tomar fotos. Hacer que el auditor entienda que ese producto pueda ser difundido de una forma atractiva, interesante, fácil.

Otro cambio que se hizo fue en la agenda de fiscalización. Incorporamos temáticas que empaten con los intereses ciudadanos. Si tenemos una temática extremadamente técnica va a ser más difícil acercarlas a la agenda ciudadana. Por otro lado, dentro del documento de auditoría introducimos un resumen ejecutivo que conteste las cinco W del periodismo, que en el fondo son las cinco cosas que necesitamos contarle a los ciudadanos: qué fiscalizamos, dónde, cuándo, qué encontramos y qué sigue.

Una cosa importante es que la Contraloría de Costa Rica tiene un área de seguimiento de informes donde trabajamos con plazos. Al contar con este área, los periodistas pueden venir y preguntar cómo va el seguimiento de tal informe. Otro de los cambios que se introdujo fue la capacitación de los auditores y a los periodistas en temas de la Contraloría. Con cierta periodicidad, ya sea dentro la Contraloría o en las redacciones, vamos a explicar los temas principales que son de interés para ellos y de todo eso generamos vídeos en YouTube para que quien no pudo estar ese día, lo pueda ver.  

Todo este proceso fue un cambio de paradigma, donde pusimos al ciudadano en el centro de la comunicación y humanizamos las auditorías. Lo importante es que se entienda el mensaje, que tenga calidad, que sea concreto y comprensible. Es un cambio muy integral.

-¿Cuáles fueron los cambios con respecto a los temas que auditan?

Los órganos de fiscalización superior no podemos dejar de auditar temas muy técnicos, pero comenzamos a incorporar un censo de cuáles son los temas que tocan la calidad de vida de las personas. Esos ciudadanos son los que pagan, con sus impuestos, los salarios de los funcionarios públicos. No pueden ser ignorados porque estaríamos haciendo un proceso parcial de rendición de cuentas.

Entonces al incorporar el relevamiento de datos, de lo que al ciudadano le interesa como la calidad del agua, el acceso a la justicia, el estado de las carreteras, cantidad de escuelas, las mejoras en los hospitales, por ejemplo, logramos generar un equipo de funcionarios que, hace 10 años, se dedica a hacer estas encuestas a nivel nacional. De esta forma tenemos auditores fiscalizando temas de interés a tiempo, hay sincronía entre las necesidades de la gente y lo que se está auditando. Estas se llaman “Auditorías ágiles”. Todo esto al inicio ocasionó un poco de resistencias e hicimos un balance entre las auditorías más tradicionales y éstas. Las auditorías ágiles tienen una metodología distinta y sus documentos son más cortos: unas 10 ó 12 páginas con elementos gráficos como infografías.

¿Con las innovaciones notaron más llegada a la prensa y a la ciudadanía?

De forma regular monitoreamos el número de notas y la cobertura, y vemos que actualmente la reproducción del titular es casi idéntica, usan el 100%, usan el vídeo el 100% y un 90% retoma las infografías. La reproducción es muy alta porque le proponemos a los periodistas un trabajo terminado. Los informes van acompañados de un video del gerente técnico que hizo la auditoría, este video no puede pasarse de un minuto y es en lenguaje sencillo. Esto se logró con un proceso de capacitación que dura años y que se realiza con cada nuevo ingreso.

Desde el área, por semana, mandamos tres instrumentos distintos: una sala de prensa donde subimos boletines y comunicados, tenemos una sección de Última Hora, donde se publica información al terminar la jornada. Hemos logrado establecer dinámicas de trabajo con la prensa. También solemos relevar datos sobre los temas que más nos cubren, que gustan más, todo esto nos ayuda a analizar la forma de optimizar el proceso de difusión. Las noticias nuestras no duran más de un minuto para poder comunicar en corto y que lleve un título atractivo. Tratamos de utilizar un verbo que la gente entienda, no utilizar lenguaje rebuscado. Nos fuimos a la simpleza.

-¿Qué les gustaría mejorar a futuro?

Si tuviéramos más recursos nos gustaría invertir en equipamiento, mejorar la sala de podcast y tener más producción de podcasts. Hasta el momento hicimos dos series, una sobre la nueva Ley General de Contratación Pública, que es fundamental para el país. Y otra, que se llama la Conociendo la Contraloría, una mirada ciudadana, donde todos los gerentes de las áreas de fiscalización le cuentan en sencillo al ciudadano que hace su área y por qué es importante.  

Asimismo, sería bueno contar con más sistemas de información de datos abiertos, accesibles exportables, donde están todos los presupuestos de las instituciones, todos los procesos licitatorios. Actualmente tenemos un sistema donde se registran las faltas contra la Hacienda Pública donde poniendo el nombre sale todo el expediente y es muy consultado por la ciudadanía. Un ciudadano informado puede exigir cuentas pero un ciudadano que no tiene acceso a la información o no la entiende, no le estamos permitiendo que haga su proceso de rendición de cuentas. La Contraloría de Costa Rica se tomó ese principio tan en serio, que los salarios de todos los funcionarios están en la página web Contraloría transparente. Esta iniciativa de publicar los salarios, el modelo se trasladó a todo el sector público. Y ahora hay un montón de instituciones que tienen el salario público.  

Para llevar adelante estas transformaciones tuvimos un cambio metodológico, del modelo mental y también un cambio en la forma de ejercer el liderazgo. Hoy el proceso de comunicación fluye. Ahora estamos en un proceso de optimización, donde todo es perfectible, posiblemente nos faltan miles de kilómetros para hacer el trabajo mejor, pero creemos que vamos por el camino correcto.