El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación estableció el listado de especies exóticas invasoras y potencialmente invasoras del país para posibilitar su control. Se trata de más de 700 nombres científicos de plantas, animales, hongos y microorganismos. Además, desde la cartera crearon una mesa de trabajo federal para poder gestionar esta problemática.

“La lista recientemente aprobada es una herramienta de política pública que actúa como marco de referencia para orientar a las provincias y otros organismos para prevenir, corregir y mitigar los impactos. Es dinámica y se espera sea actualizada, conforme vaya evolucionando el conocimiento sobre las consecuencias de las Especies Exóticas Invasoras (EEI)”, expresó Florencia Gómez, secretaria de Política Ambiental en Recursos Naturales del ministerio.

Este marco normativo constituye un instrumento esencial para la protección de la biodiversidad y es parte del proyecto Fortalecimiento de la Gobernanza para la Protección de la Biodiversidad mediante la Formulación e Implementación de la Estrategia Nacional sobre EEI. “Es importante definir medidas estatales que contemplen no sólo su control, sino también la prevención de su ingreso y dispersión en el territorio, debido a que causan severos impactos en la biodiversidad, la salud, los servicios ecosistémicos, la economía y la cultura”, señaló Gómez, responsable de llevar adelante el proyecto.

Se estableció el listado de especies exóticas invasoras

“Las EEI son transportadas por las personas de manera voluntaria o accidental fuera de su área natural de distribución. Por ejemplo, las ardillas de vientre rojo fueron introducidas en la localidad de Jáuregui en 1970 y hoy se expandieron a otras provincias con los consecuentes efectos sobre la salud -ya que pueden ser transmisoras de leptospirosis-, sobre las telecomunicaciones y los sistemas de riego debido a que roen cables, mangueras, caños y provocan cortes de luz”, agregó la funcionaria.

Muchas veces, el traslado se debe a fines productivos, para insumos para la industria, la casa, o como animales de compañía. En la década del '40, se introdujo en el sur el castor canadiense, que hoy figura en la lista, para la producción de pieles. Sin control ni depredadores naturales, la población de estos roedores creció de forma descontrolada generando un gran impacto dentro del Parque Nacional Tierra del Fuego, con pérdidas en los sitios arqueológicos y en la infraestructura abnegando algunas zonas. La Auditoría General de la Nación advirtió sobre esta situación en 2015.

Los gusanos poliquetos, las cotorras kramer, la avispa de papel, el pez mosquito, la rana toro, el gorrión, el visón americano, el gecko casero tropical, la acacia negra, la frutilla salvaje y el abeto rojo son sólo algunas de las especies que integran esta lista que busca posibilitar su gestión, detección temprana, control y erradicación por parte del Estado nacional y de los gobiernos provinciales.