La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) elaboró un informe que aseguró que la crisis derivada de la pandemia de COVID-19 en la región supondrá un retroceso de 12 años en términos de pobreza y de 20 años en términos de pobreza extrema.

La pandemia profundizó los problemas estructurales de desigualdad y vulnerabilidad. El contexto fue y sigue siendo complejo, tras siete años de bajo crecimiento y con el registro del aumento de la miseria. Estas condiciones se incrementaron con altos niveles de informalidad, desprotección social y baja productividad. Latinoamérica fue la región más afectada por el COVID-19: con sólo 8,4% de la población mundial, registró el 27,8% de muertes.

Según la CEPAL, con solo 8,4% de la población mundial, América Latina registró el 27,8% de muertes.

El informe "Panorama Social de América Latina 2020", destacó que el hacinamiento, la falta de acceso a servicios básicos y protección para las personas en situación de pobreza que tienen más comorbilidades incrementaron la problemática. Sumando a esto, los sistemas de salud se encontraron fragmentados, desiguales, con déficits en recursos humanos, en tecnología e infraestructura. Además, el lento e irregular acceso al proceso de vacunación no brinda certezas viables con respecto a una mayor inmunidad.

Los distintos gobiernos latinoamericanos anunciaron 263 medidas de protección social para enfrentar la crisis, cubriendo cerca del 50 % de la población, con un gasto adicional estimado de emergencia de 86 mil millones de dólares entre marzo y diciembre de 2020. Estas acciones han evitado un mayor aumento de la pobreza.

Otro dato del estudio aportó que 6 de 16 países de América Latina otorgaron transferencias monetarias en el periodo marzo-diciembre 2020. Pese a eso, según el documento, la región cerró el año con un total de 209 millones de personas en situación de pobreza, 22 millones más que el año anterior.

América Latina fue la región más afectada por el COVID-19

Desocupación 

Según el informe, aumentó la desocupación y disminuyó la participación laboral, especialmente de las mujeres. Asimismo, se deterioraron las condiciones del empleo doméstico remunerado. Por otro lado, cayeron los indicadores de trabajos informales que afectan especialmente a los jóvenes. Como consecuencia, se incrementó la desigualdad.

Latinoamérica cerró el 2020 con un total de 209 millones de personas en situación de pobreza, 22 millones más que el año anterior. 

El documentó informó que la tasa de desocupación alcanzó el 10,7% en 2020, un incremento de 2,6% respecto del valor registrado en 2019 (8,1%). Por otro lado, de los ocupados de la región, sólo el 21,3% pudo llevar a cabo sus tareas a distancia.

Los países con mayores tasas de desempleo registradas a lo largo del año fueron: Perú (39,5%), Colombia (21,8%), Argentina (20,9%) y Costa Rica (20,1%), y según el documento los niveles más altos se observaron en los hogares más pobres.

Educación

Durante el 2020, la pandemia dio lugar al cierre masivo de instituciones educativas como medida de prevención y detención del contagio: 32 países cerraron sus escuelas y colegios, lo que afectó a más de 165 millones de estudiantes. Debido a esto, se establecieron formas de continuar los estudios a distancia y el acceso a Internet cobró un rol clave en este sentido. 

En este sentido, el documento sugirió perfeccionar los contenidos de los programas de estudios, apoyo a estudiantes y docentes para que mejore la formación a distancia y el retorno a clases sea próximo y viable.

Para finalizar, la CEPAL advirtió que urge mantener la intervención de emergencia en el 2021 para cubrir necesidades básicas y apoyar la recuperación, así como también el fortalecimiento de políticas productivas, la institucionalidad laboral y la promoción del trabajo decente. Con respecto a la salud, el informe enfatizó que es menester la articulación entre medidas sanitarias con las sociales y económicas.