“La industria editorial está en una meseta”, expresó Martín Gremmelspacher, el presidente de la Cámara Argentina del Libro (CAL), en el Día del Libro. Es que en 2020 la producción nacional cayó un 30 % comparado con 2019.

Los datos son alarmantes para un sector que acumula un descenso de 60 puntos porcentuales desde 2016: el año pasado se publicaron 9 millones de ejemplares menos que en 2019. Lo mismo se vio reflejado a la hora de invertir, ya que las editoriales pasaron de imprimir un promedio de 2.700 ejemplares por tirada en 2016 a 1.600 en 2020, lo que disminuyó de forma sustancial los libros que llegan a las librerías. Según Gremmelspacher, “este año la industria arrancó tratando de recuperar el terreno perdido. Hay optimismo pero todavía no se ve reflejado en los números”.

En un informe de la CAL, el 83 % de las editoriales PyMES encuestadas manifestaron que durante 2020 sufrieron caídas en las ventas y en la facturación, de las cuales el 20 % declaró que las pérdidas fueron de más del 50 % respecto a 2019. Ocho de cada diez editoriales debieron modificar sus planes, reforzar la venta online y por redes sociales.

Según CAL, el 83 % de las editoriales PyMES encuestadas manifestaron que durante 2020 sufrieron caídas en las ventas y en la facturación.

“El libro depende mucho de la situación económica del país. El rubro es afectado rápidamente cuando la economía general no funciona y es lo que está pasando en este momento. Los salarios están deprimidos aunque hay voluntad de los gremios, el Estado y del empresariado de que los sueldos empiecen a ganarle a la inflación. Hasta que eso no suceda, el crecimiento va a estar demorado”, explicó Gremmelspacher.

El rubro, que ya venía afectado por la crisis económica del país, se vio aún más desfavorecido por la pandemia y la suspensión de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires por segundo año consecutivo. “Para nosotros es un golpe grande porque la industria editorial mueve su calendario y diseña su producción a partir de ese evento y este año nuevamente no va a haber”, explicó el presidente de la CAL.

En cuanto a las políticas públicas destinadas al sector, Gremmelspacher señaló que en una situación como esta nunca son suficientes. "Pero notamos que están haciendo un esfuerzo. El año pasado el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) ayudó bastante y después el Banco Nación otorgó créditos muy beneficiosos que muchos tomaron porque eran muy sencillos. Ahora están realizando compras por parte del Ministerio de Educación. Justo hay una compra por $600 millones, que representan 1 millón de ejemplares. Me parece una buena posición para tratar de ayudarnos a cruzar este río”, comentó.

Para finalizar, Gremmelspacher dijo que desde la Cámara quieren remarcar la importancia de la lectura y de la industria para la difusión del conocimiento en estas circunstancias, ya que es un sector que genera mucho valor agregado. Argentina es uno de los países de la región con mayor producción editorial. En un momento donde es necesario quedarse en casa, nada mejor que un libro como compañía, la lectura como ejercicio y el apoyo económico al rubro que día a día hace crecer nuestro acervo cultural.