En Tucumán, noviembre fue un mes de inauguración. El Tribunal de Cuentas del jardín de la república estrenó sede. El nuevo edificio tiene ocho pisos y, además de todas las oficinas necesarias para el desarrollo de las tareas de control, cuenta con un salón de usos múltiples y conferencias. Según informó el propio organismo “cumple con todos los parámetros exigidos por el Código de Edificación Municipal”.

En Santa Fe, el Tribunal tiene una prioridad: la higiene de la ciudad. Luego de realizar controles, consultar a los vecinos, emitir resultados y calificar como “satisfactorio” el servicio de recolección de residuos, instó a un nuevo pliego de licitaciones para empresas del sector.

Pero ¿si es satisfactorio, por qué cambiar? Cliba, la empresa encargada, anunció la rescisión del contrato ya que no seguirá operando en la capital santafecina.

Hace meses es de público conocimiento que en Mendoza, tras 32 años al frente del Tribunal, se jubilaba Carlos Farruggia y en los últimos días se confirmó quién lo reemplazará en el máximo cargo del organismo. Será Nestor Parés, que contó con más de 2.000 adhesiones y ninguna impugnación. El actual diputado provincial fue elegido por los parlamentarios con 30 votos a favor y cinco en contra.

Pero lo más llamativo del mes en la recorrida por los organismos de control llegó esta semana desde San Fernando del Valle de Catamarca. Un contador del Tribunal de Cuentas fue detenido el último jueves en marco de un operativo antidroga, en el cual se le secuestró medio kilo de cocaína, que según la policía y los medios locales, era de “máxima pureza” y lista para ser vendida. También incautaron la sustancia en pequeñas dosis, una balanza de precisión y casi 50 mil pesos en billetes de varias denominaciones.

De esa manera, el funcionario del control y un acompañante quedaron detenidos por el presunto delito de comercialización de drogas.