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scribir buenos editoriales de un diario es normalmente algo difícil; escribir el primero de un medio de prensa, y que dé en pocas líneas una acabada idea de su visión y misión, es mucho más. Uno hace denodados esfuerzos para que salga algo sesudo, algo tan penetrante que marque hasta el aire. Debe quedar de manifiesto, claramente y para siempre, quiénes somos, qué somos, para qué estamos, qué buscamos.

Al comienzo del siglo XV un rey de Corea, Htai-Tjong, proclama en un decreto que “Para gobernar hay que propagar el conocimiento de las leyes y de los libros, de modo que llenen la razón y enderecen el corazón de los hombres”. Sin sospecharlo estaba echando las bases de lo que seis siglos más tarde se llamaría capital social.  Por nuestra parte, modestamente, agregaríamos: hay que propagar el conocimiento de lo que ocurre puertas adentro del gobierno; de lo que hacen los gobernantes con los recursos que la sociedad gobernada les confía en administración.

Nosotros vamos a tratar de hacer una contribución en ese último sentido. ¿Cómo? Saliendo a la calle con un medio de prensa electrónico que difunda las tareas del control público. Quizás ahora mismo esté siendo necesario explicar de quién y de qué estamos hablando. El control público es el trabajo de organismos estatales, creados por ley para ello, en procura de que los administradores de los bienes públicos procedan con corrección y eficiencia. Seguramente, usted haya oído mencionar, por ejemplo a la Auditoría General de la Nación, a la Sindicatura General de la Nación, al Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires; bueno, ellos son organismos de control.

Pero usted puede ser una excepción. Seamos honestos: la importante tarea del control no se encuentra entre los temas que concitan la preferencia del gran público; el interés por el trabajo de los organismos de control se reduce a un círculo de personas, integrado por políticos, estudiosos de las finanzas públicas, periodistas especializados, organizaciones no gubernamentales que analizan el comportamiento del Gobierno. Los mismos organismos de control tienen cierto grado de responsabilidad en que su accionar no llegue a conocimiento de segmentos amplios de la población, entre otras cosas, porque no comunican los resultados de aquél con un lenguaje directo y coloquial, en forma gráfica e ilustrativa.

A falta de acción oficial, nosotros, como trabajadores gremialmente organizados en el ámbito de esa actividad, vamos a intentar “propagar”, hacia el interior de la sociedad, el conocimiento y el entendimiento de los informes que producen los organismos de control o fiscalización estatal. El medio de prensa que ponemos a consideración y disposición del ciudadano no será un mero canal de divulgación de las acciones de aquellos organismos, porque para esto ya están instalados y funcionando los resortes de publicidad institucionales (sitios Web, por ejemplo). Se trata de otra cosa. Para que el control público sea realmente eso, público, debe llegar al común de la gente la evidencia de sus actividades. Sabido es que cuanto más se abre al conocimiento público la forma en que se manejan los negocios públicos, mayor es el interés del ciudadano en seguir indagando sobre esos mecanismos. Nos proponemos, entonces, sondear en las profundidades de los informes del control público y poner en la superficie su quintaesencia. Nunca tergiversaremos el sentido primario de los hallazgos de auditoría, ni colocaremos énfasis intencionados.

En buena medida, nuestro objetivo es concitar el interés de los medios masivos de comunicación y de los periodistas profesionales en el quehacer del control público.

“EL AUDITOR.INFO” es un órgano de prensa de la Asociación del Personal de los Organismos de Control. Su periodicidad de actualización será semanal. Lo bueno que resulte, será el producto del trabajo de compañeros que militan por que haya mejores instituciones y mejor calidad de vida en nuestra Argentina.

De ahora en más, este editorial nos distinguirá institucionalmente, porque en él están plasmados quiénes somos y por qué lo hacemos. ¡Quiera el Pueblo saber!