El presidente del Tribunal de Cuentas consideró, cuanto menos, apresuradas las declaraciones del abogado Alejandro Berola en las que mencionó que en la sociedad existe la sensación de que en el órgano de control "hay peajes" y que "tiene un alto grado de corrupción". A pesar de ello no desmintió categóricamente tal posibilidad, ya que al ser consultado puntualmente sobre la posible existencia de cobro de "peajes" para no observar determinados

 expedientes o señalar potenciales irregularidades detectadas en la tarea de control respondió: "No lo he visto y no podría opinar al respecto, y quiero creer que no". Para reforzar esta creencia dijo que "tenemos que partir de la base de que se trata de contadores y abogados que ponen día a día su profesionalidad al servicio de la función de control, que trabajan con seriedad y con ética, en función de los votos que hacen al recibir su título".

El contador Rodolfo Ferhmann refirió que, "por lo menos" desde que está en funciones -desde hace menos un año- todas las actuaciones que ingresan al Tribunal de Cuentas "pasan por unas serie de actuaciones profesionales de diversa responsabilidad que tienen un análisis serio".

De todas maneras creyó conveniente explicar que el sistema de auditoría por muestreo que utiliza el órgano a su cargo implica que se controlen aquellas tramitaciones "que se consideran relevantes desde el monto o el concepto", e interpretó que esa facultad discrecional sobre lo que se controla "puede hacer pensar, o agrandar la sospechas, de que las personas que trabajan en el Tribunal tienen la posibilidad de decidir qué se va a analizar en profundidad y que no".

 

Una opinión "apresurada"

 

El funcionario, en directa referencia a los dichos de Berola, consideró "poco atinado que una persona se arrogue la facultad de decir cuál es la percepción de la sociedad, o el sentimiento popular, sobre determinado organismo". Si bien reconoció que "resulta indudable que en la sociedad puede haber variadas opiniones sobre el funcionamiento del Tribunal de Cunetas", consideró "cuanto menos apresurado sostener que sea un sensación generalizado" la existencia de potenciales hechos de corrupción dentro.

Es más, señaló que esas manifestaciones adquieren particular relevancia ya que fueron dichas "cuanto este profesional estaba siendo entrevistado por el Consejo de la Magistratura, en su carácter de postulante a ejercer una de las funciones máximas dentro del organismo, lo que indudablemente le da una relevancia particular".

 

A mayor exposición, mayor grado de sospecha

 

Al margen de lo manifestado por Berola, es de público conocimiento que el Tribunal de Cuentas ya ha sido blanco, en el pasado reciente, de cuestionamientos de similar calibre, mucho de los cuales han provenido de representantes del actual partido gobernante; el mismo que propuso al ex gobernador Cóccaro el nombre del contador Ferhmann para que integre ese órgano de control.

"A título personal, estoy al tanto de la existencia de esas apreciaciones", indicó el Presidente del Tribunal, a las que, de alguna manera, le restó sustento. A su entender, estas sospechas deben ser enmarcadas "en el nivel de exposición que tiene el Tribunal de Cuentas, como órgano de control, por su injerencia en el desenvolvimiento económico-financiero de un estado que estuvo y está en una situación muy crítica". Señaló además que desde su perspectiva le parece "que lo correcto es que tanto en aquellos casos, como en éste en particular, si esas apreciaciones tenían algún fundamento concreto se hubieran realizado las denuncias pertinentes".