Mirar desde la oscuridad o con el sol de frente; desde la ignorancia y las dudas. 

Mirar desde la ceguera pero con las certezas de lo palpado.

Mirar con la verdad, con nuestro punto de vista, construido con estos ojos de corto alcance. Con las miradas acumuladas de los que vieron otros caminos, tuvieron otras ideas. El sincero horizonte de quienes nos quieren. 

Mirar con ojos verdes, celestes, marrones, negros, miopes, ciegos. 

Mirar con claridad, porque los colores, los tonos, la paleta y el prisma los pone el alma.