La democracia paritaria se construye con acciones
No es sólo la Corte donde debe haber mujeres. Hoy no contamos con gobernadoras en nuestro país, las máximas autoridades de las provincias son todos hombres.
Publicado en Clarín.com
La paridad en puestos de toma de decisiones es un tema que sobrevuela la agenda política desde hace décadas. Por momentos con mayor aceptación para discutirla, en otros queda totalmente relegada y en algunas ocasiones se cuela de prepo, como pasó hace unas semanas cuando el Gobierno decidió nominar jueces en la Corte Suprema, sin proponer a ninguna mujer.
Esos días, la paridad estuvo de nuevo en agenda en redes sociales y en los medios de comunicación tradicionales. Se escucharon muchas voces pidiendo que nuevamente hubiera mujeres en la Corte, tal como sucedió cuando ocuparon lugares en el máximo tribunal judicial de la Nación las Dras. Carmen Argibay y Elena Highton.
Pero no es solo la Corte donde debe haber mujeres. Hoy no contamos con gobernadoras en nuestro país, las máximas autoridades de las provincias son hombres. En el Congreso podemos hablar de paridad porque hay una ley nacional que así lo dictamina, pero ¿qué pasa cuando no hay nada escrito? Pasa lo que pasa siempre: los varones ocupan todos los lugares.
Más de uno está leyendo estas líneas diciendo ¿otra vez con lo mismo? Y, sí. Otra vez con lo mismo, porque aún hay que seguir impulsando la paridad y somos las mujeres quienes llevamos esa bandera.
Desde el Observatorio de Control Público de Fundación Éforo se realizó un relevamiento de participación de mujeres en los cargos de conducción y notamos que varios no tienen ninguna participación femenina.
De los 25 organismos considerados, el 20 % no posee mujeres en sus máximos niveles institucionales.
El Tribunal de Cuentas de la provincia de Santa Cruz es el que cuenta con la mayor participación femenina (75%). Luego hay tres que cuentan con una participación del 67%, son los Tribunales de Cuentas de la provincia de Río Negro, Formosa y Misiones.
El Tribunal de Cuentas de la provincia de Chaco cuenta con el 60% de participación femenina en la conducción del organismo, y en los rangos entre el 33% y el 43% se encuentran los órganos de control externo de las provincias de La Pampa, Córdoba, San Luis, Entre Ríos, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de Neuquén, que disminuyó su porcentaje de mujeres en el último cambio de autoridades.
De los 25 organismos relevados, 9 son presididos por mujeres y su representación es del 36%. La participación de las mujeres puede y debe fortalecerse. De hecho, en estos días los miembros de la Cámara de Diputados -compuesta por 111 mujeres y 146 varones - debe designar a tres auditores o auditoras para que conformen el colegio de la Auditoría General de la Nación. Es una gran oportunidad para que comience a implementarse la paridad, o mínimamente que se establezca un cupo de participación femenina.
La AGN fue creada en 1993 - con la reforma constitucional desde 1994 tiene rango constitucional- y en estos 31 años solo tres mujeres fueron designadas auditoras generales.
¿Hay una ley o reglamento que establezca que debe cumplirse la paridad? No. Pero sería bueno que alguna vez no necesitemos de algo escrito para hacer lo que está bien: incorporar a más mujeres en puestos de toma de decisión. En definitiva, la democracia paritaria se construye con acciones.