El miércoles 1 de julio, a las 4 de la madrugada, arribaron al acampe Qo.Pi.Wi.Ni., colectivos de la Policía Federal Argentina, con más de 200 uniformados, que se desplegaron en la zona con perros. Rodearon por Lima, Irigoyen y Av. de Mayo, la protesta de las comunidades originarias y mantuvieron una vigilia que se extendió hasta pasado el mediodía.

Gestionpublica.info se acercó al lugar y dialogó con algunos de los presentes. Nos asustamos mucho, relató uno de los integrantes de la comunidad QOM. Pasamos una hora de mucho nerviosismo sin saber qué iba a suceder, agregó.  

Según trascendió en los medios de comunicación, la Policía Federal Argentina se presentó en el lugar con el motivo de levantar el corte. Para esto, desplegó un operativo policial que incluyó 15 camiones, un camión hidrante, 10 motos y perros. Luego de liberar el tránsito, un cordón humano, integrado por miembros de la policía, cercó el acampe y a los integrantes de las comunidades que estaban en el lugar.

Contexto

Desde el 14 de febrero de este año, 4 naciones originarias formoseñas (Qom-Pilagá-Wichí-Nivaclé) acampan en la intersección de Avenida de Mayo y 9 de Julio, en lo que se denomina acampe QOPIWINI, a la espera de ser recibidos por la presidenta Cristina Fernández. Desde hace 5 meses queremos que la Presidenta nos atienda para poder volvernos a casa con una respuesta concreta, expresó Félix Díaz, referente Qom, a la prensa.

El objetivo de la protesta es poder gestionar audiencias con autoridades nacionales para arribar a un diálogo que brinde soluciones a los problemas y conflictos territoriales que están viviendo en Formosa, provincia gobernada por Gildo Insfrán. Sin embargo, después de más de 120 días, no recibieron respuesta de ninguna autoridad, tanto del Ejecutivo como del Congreso ni del Poder Judicial, a pesar de haber presentado notas a los tres poderes.

Al lugar se acercaron periodistas, funcionarios públicos, organizaciones y movimiento que acompañan la resistencia desde los primeros días, entre ellos Adolfo Pérez Esquivel quien habló con la prensa y denunció que el Gobierno Nacional está violando la Constitución, el Convenio 169 de la Organización Internación del Trabajo (OIT) y la Declaración de los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas. No es posible que los pueblos vengan hasta aquí para tener visibilidad frente a la indiferencia y se los ignore. Hay racismo, discriminación y violencia institucional, arremetió Pérez Esquivel.

La noticia, prácticamente no tuvo repercusiones en los medios argentinos, pero sí llegó al periódico The Guardian de Londres, quienes entrevistaron a Félix Díaz luego de lo ocurrido.

Esa misma tarde

A raíz de lo sucedido, ese mismo miércoles, el titular de la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, recibió a varios integrantes de las comunidades acompañados por Nora Cortiñas, Pablo Pimentel de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza (APDH), abogados de la Defensoría General y Mariana Katz de Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ). En la reunión se acordó iniciar una mesa de diálogo con varios puntos en la agenda (educación, salud y relevamiento territorial, entre otros) que continuará este miércoles. Participaron del encuentro además, Daniel Fernández del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) junto a funcionarios de la Nación, quienes acordaron, debido a la situación de intimidación vivida, iniciar un dialogo en un encuentro que los integrantes del acampe calificaron como "positivo". Asimismo, las autoridades se comprometieron a incorporar a la Provincia de Formosa en una mesa de diálogo.

Próximos pasos

Nilo Cayuqueo, de la Mesa de Pueblos Originarios de la Provincia de Buenos Aires y Capital Federal, informó a este medio que esta semana se reunirán con miembros del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) para seguir avanzando en estas cuestiones y, sobre todo, por las distintas causas y el procesamiento que pesa sobre Félix Díaz y demás miembros de las comunidades por usurpación de tierras. Contradictoriamente, son de ellos ancestralmente aunque no se lo reconozcan, afirmó Cayuqueo.