Tras el debut de la Boleta Única de Sufragio (BUS), utilizada en la provincia de Córdoba en las últimas elecciones del 7 de agosto, se constató un alto índice de votos en blanco, que ascendería al 17%, en las opciones a legisladores departamentales y por Distrito Único, y en la categoría de Tribunal de Cuentas (TC). Según Alejandro Estrella, secretario administrativo de la Asociación del Personal de Organismos de Control de Córdoba (APOC), la gente se equivocó e intentó votar la lista completa, pero, al marcar el casillero de la derecha de la imagen del candidato a gobernador, la figura más representativa de cada partido, sólo votaban al gobernador. A diferencia de la Boleta Única de Santa Fe (donde el elector recibió 5 boletas por separado, dependiendo del cargo a elegir), en Córdoba están todas las categorías incluidas.

El porcentaje de los casilleros sin marcar fueron: Legisladores por Distrito Único (17,8%), departamentales (20,4% para el departamento Río Cuarto) y Tribunal de Cuentas (18,8%). En tanto, para Gobernador, sólo fue de 2,2%. En dialogo con los medios, el candidato a legislador departamental de la UCR, Daniel Frangie, cuestionó la implementación de la BUS. "La sensación que uno tiene es que, sobre todo en el marco de legisladores, hubo un número que no refleja el espíritu electoral", puntualizó. La intención fue votar la lisita completa y no sólo al de gobernador. Pero se cometió ese error y quedaron muchos votos en blanco para los otros estratos, recalcó Estrella.

Si bien hubo mucha publicidad, incluso se hicieron simulacros de voto en las plazas públicas, para el secretario administrativo de APOC, lo que habría que modificar sería  el diseño de las boletas: Se podría poner la foto del candidato en otro lugar. También donde se tendría que marcar el tilde, aclararía: ‘esta marca es sólo para el voto del gobernador’, o ‘esta marca es sólo para lista completa’.

Con una mirada diferente, Nelson Speccia, coordinador del área de comunicaciones del Instituto de Capacitación Municipal (INCAM) de Córdoba, se propuso relativizar esta crítica ya que de acuerdo a los análisis que han realizado, mucha gente votó al gobernador queriendo votarlo porque era la persona que conocía, y no ocurrió así con los legisladores del distrito único y menos con los integrantes del Tribunal de Cuentas. Estrella opinó: Creo que si algún encuestador hiciera un sondeo serio, preguntando qué es el organismo de control y para qué sirve, es muy ínfimo el porcentaje de gente que realmente sabe cuál es la función que tiene dentro del Estado.

Cuando se tiene la lapicera en la mano y se tiene que hacer el acto físico de adherir a esta gente, uno opta por no votar a desconocidos, consideró el coordinador del área de comunicaciones del INCAM, quien también recalcó que puede haber un porcentaje que haya sido por confusión, pero de ninguna manera fue el 17%. Para Speccia se trató de un voto en blanco volitivo.

Más allá de la presunta confusión del electorado, el coordinador del INCAM dejó en claro que no debería fomentarse el voto lista completa que es la reminiscencia de la lista sabana que mantiene la Boleta Única. Es una opción menos democrática que favorece a los partidos mayoritarios ya que tienden a que se los voten enteros. Hay una mayor discrecionalidad, un aumento de ciudadanía real, en la capacidad de votar distintos candidatos en los diferentes tramos, completó.

La confusión llegó a tal punto que, según el diario cordobés La Mañana, los errores en el uso de la boleta única hicieron que el Partido Justicialista perdiera cinco municipios que gobernó históricamente. Ocurrió en San Marcos Sud, Monte Buey, Ballesteros, Huanchilla y Las Arrias, donde triunfó el próximo gobernador, justamente el peronista José Manuel de la Sota, pero el resto de las categorías estaba en blanco. Para el medio colega, muchos de los ciudadanos de esas localidades también creyeron que, al marcar el casillero destinado al mandatario provincial, elegían lista completa. No fue así.