El Gobierno porteño habilitó la posibilidad de estacionar sobre la mano izquierda de casi 300 cuadras en varios barrios de la Ciudad.

Así lo dispuso la Subsecretaria de Transporte y Transito, y se trata de una nueva etapa del plan Estacioná en la Ciudad, que se inició en 2009 en Almagro, Balvanera, Belgrano, Boedo, Núñez, Palermo, Villa Crespo, Villa Lugano y Villa Soldati. Ahora se suman los barrios de Barracas, Bajo Flores, Caballito, Devoto, Flores, Mataderos, Parque Patricios y Villa del Parque. De esta manera, sobre las cuadras que tengan la señalización correspondiente se puede estacionar en ambas manos.       

Pero el proyecto no se completará de un día para el otro; gradualmente se irán colocando los carteles indicadores. Por lo tanto, solo se podrá aparcar sobra la izquierda en las cuadras que tengan la señalización, y en las otras no, aún siendo la misma calle. El plan avanza con la habilitación de un promedio de 80 cuadras por semana.

Grúas

Solamente debido al mal estacionamiento, en Capital Federal dos empresas contratadas para el servicio de acarreo levantan aproximadamente 13 mil autos por mes. Desde 2008 el pago por el acarreo aumentó un 106% y las concesionarias siguen aumentando su flota de grúas, pese a que tienen el contrato vencido desde 2001.

El acarreo de los autos es manejado por dos firmas que se dividen el territorio de la Capital Federal en norte y sur, tomando a la calle Viamonte como divisora del plano. El norte es vigilado por Sistema de Transito Ordenado (STO), de Dakota SA, con la playa ubicada en Figueroa Alcorta y Pueyrredón. En la zona sur trabaja Sistema de Estacionamiento Controlado (SEC) de la empresa BRD, que tiene su playa en Juan de Garay y la Autopista 9 de Julio. Ambas empresas están vinculadas a la Ciudad desde principios de la década de los ’90, cuando el intendente local era Carlos Grosso.

Con el antecedente de que SEC y STO tienen la licitación vencida hace diez años, en diciembre de 2008 el Gobierno porteño preparó el pliego para llamar a una nueva licitación, pero esto no ocurrió hasta ahora. En el mientras tanto se ampliaron las fronteras de trabajo de las concesionarias, que además cada año agrandan su flota de grúas hoy tienen 18 cada una-; se colocaron parquímetros en lugares donde antes no existía la posibilidad de estacionar; y, desde la actual gestión, las dos empresas pasaron a funcionar las 24 horas.

Vecinos

Entre los reclamos más reiterados de los vecinos, presentados ante la asociación No Al Parquímetro, figuran la cambiante señalización vial, que se da en mayor medida, según ellos, en el barrio de Recoleta; el tránsito excesivo de grúas por calles residenciales; y el hecho de que las grúas circulen y se lleven autos- en zonas cada vez más alejadas del microcentro. Es que, en principio, se suponía que ese sería exclusivamente su espacio de trabajo. Este punto fue destacado por el legislador Sergio Abrevaya (Coalición Cívica), quien pidió que en la confección de los nuevos pliegos de licitación, las áreas de operación queden bien delimitadas.

Recaudación

Cada empresa remueve cerca de 6.500 autos por mes, y el usuario que retire su auto de la playa debe pagar $ 190 pesos por el acarro. Además, si vehículo fue removido por la empresa STO, se debe abonar $ 13 por cada doce horas posteriores al acarreo. Por su parte, SEC cobra esos $ 13 por cada 24 horas posteriores a la remoción del auto.

En promedio, los sábados por la noche entran a la playa de Figueroa Alcorta 2001 cuatro autos cada 15 minutos. Según los datos de la Dirección de Concesiones de la Ciudad de Buenos Aires, cada firma recauda $ 80 mil pesos por día, pero pueden llegar a los $ 90 mil los sábados.

De cada $ 190 que pagan los usuarios para retirar los autos acarreados, $ 20 van al Gobierno porteño, en concepto de canon. La recaudación informada por ambas empresas es de $ 3 millones de pesos mensuales y de ese monto, $ 20 mil van a la Administración local.

A todas las dificultades para conseguir un lugar donde estacionar se suma un dato: desde 2002 a la actualidad se cerraron 1.100 garajes en la Capital Federal, para convertirse en edificios o supermercados de segunda línea, dijo Eduardo Sánchez, presidente de Cámara de Garajes y Estacionamientos.