Se presentó en nuestro país la Fundación Conocimiento libre (OKFN, por sus siglas en inglés), que tiene como principal objetivo vincular a la comunidad con la apertura de los datos públicos. Según su embajador en Argentina, Jorge Cabezas, los ciudadanos tienen una obligación moral de participar en la tarea de cuidar los procesos administrativos.

La Open Knowledge Fundation, como se la conoce internacionalmente, tiene presencia en 32 países y el martes último se lanzó en Argentina. El evento se realizó en el Founders Place Palermo y contó con la participación de 80 personas entre hacktivistas, periodistas, abogados y sociólogos.

Además de aglomerar a casi todos los países de Europa, desde 2004 OKFN tiene representación en Asia, Oceanía y América. En Argentina, la Fundación se organizará a través de un grupo local que tomará la responsabilidad de trabajar por el acceso irrestricto a los datos públicos.

En diálogo con Gestionpublica.info, el embajador Fundación en nuestro país, Jorge Cabezas, explicó que la idea es  implementar aquellos proyectos que ya se vienen trabajando en otras latitudes.

Según dijo, una de las iniciativas más conocidas es el de presupuesto abierto. Es una plataforma que busca visualizar la forma en que los Estados aplican los dineros públicos en lo que consideran su manera de invertir, adelantó.

En ese contexto, previo a la última reunión del G8, la Fundación publicó un reporte donde se visualiza cómo aplican este principio de transparencia en la gestión aquellos países que forman parte del grupo que son los que se consideran desarrollados.

Esos Estados han avanzado en la publicidad de sus datos, desde sus presupuestos hasta cualquier información disponible para que el ciudadano pueda ser el contralor de lo que se invierte. Eso es un ejemplo concreto de para qué sirve la iniciativa, describió Cabezas y enfatizó: Se debe ampliar el derecho de la ciudadanía de formar parte de la cosa pública, algo que actualmente no está en discusión.

Otra de las iniciativas es la Open Government Partnership, que en América está liderada por Estados Unidos y Brasil. Argentina está suscripta desde 2009 y a tales efectos tiene un plazo para cumplir ciertos deberes, como por ejemplo sancionar una Ley de acceso a la información

En este sentido, Cabezas afirmó que la fundación va a apoyar todas las iniciativas pero, de todos modos, advirtió: OKFN no interviene en la vida de la política partidaria porque de esta manera nos aseguramos que haya muchas visiones políticas en el interior de la Organización. Lo que compartimos es un interés común para que la ciudadanía tenga en sus manos las herramientas para participar activamente en el control de la gestión pública.

Para Cabezas, actualmente en el congreso hay una iniciativa muy concreta. Es un proyecto para la adopción de estándares libres y abiertos para la administración pública. Esto puede parecer muy técnico, pero en realidad es una remoción de barreras tecnológicas para que la información que manejan los Gobiernos cuando esté publicada sea accesible a todos, sin distinción ni discriminación de ningún tipo detalló. Si el dato se publica en un formato que no es accesible a todos no es ciento por ciento válido considerarlo como un dato público, sentenció.

Por último y en ese contexto, Cabezas sostuvo que la cripticidad de los datos se puede dar por muchos aspectos. Uno puede ser el formato, que puede ser libre y abierto o cerrado y que obliga a consumir determinado tipo de tecnología Somos tributarios del movimiento de cuentas abiertas, es decir de software libre en todo el mundo y venimos reclamando que los Estados sean transparentes en el manejo de la información. Que guarden los datos en formatos accesibles a todos y que no se obligue a la adquisición de un producto de una compañía determinada. No puede ocurrir, cerró.