El Subsecretario de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires y además responsable del Plan de Movilidad Sustentable, Guillermo Dietrich, participó de la charla Ejes y valores de una política pública de transporte, organizada la semana pasada por la Fundación CiGob.

A modo de ejemplo para mejorar el tránsito y el transporte público, Dietrich sostuvo que hay que cambiar el patrón de movilidad. No tengo nada en contra de los autos, pero en la Ciudad de Buenos Aires hay otras alternativas, agregó.

Una de esas variantes es el Metrobús. El 31 de mayo de 2011 el Gobierno porteño inauguró el primer corredor del nuevo sistema en la Avenida Juan B. Justo de 12,5 kilómetros de extensión (une Pacífico con Liniers). Desde aquel día hasta hoy, se sumó el Metrobús 9 de Julio (3,5 kilómetros de extensión), y que va desde Retiro hasta Constitución junto a la prolongación Sur que llega hasta Puente La Noria.

En principio todos estaban en contra, pero creo que si no hubiese tenido tanta oposición, la trascendencia no habría sido tan grande, recordó Dietrich y no se olvidó del Gobierno Nacional: Schiavi ha llegado a decir que era una ridiculez y ahora quieren hacer el Metrobús más grande del mundo en Ruta 3. Estamos colaborando con ese proyecto en la medida que podemos. 

A los tres corredores ya existentes se incorporarán dos más: uno sobre la Avenida Paseo Colón y otro en la Autopista 25 de Mayo. Los cinco van a ser distintos porque en cada lugar la problemática es diferente y la cantidad de líneas de colectivos no es la misma, adelantó el funcionario porteño y ratificó: Hay que hacer más sistemas de Metrobús o carriles exclusivos para evitar la congestión. Es fácil y barato. 50 kilómetros de Metrobús cuestan como mucho 500 millones de dólares, mientras que esa misma distancia de subte cuesta 7.500 millones.

Respecto a las obras en la Avenida Paseo Colón, Dietrich adelantó que se está trabajando en la definición del proyecto final que tiene dos etapas. Además de la construcción del Metrobús, se ensanchará la avenida, lo que consideró más complejo. Hay muchas propiedades de posesión nacional y otras tantas usurpadas. Estamos buscando una solución superadora, añadió el Subsecretario.

Pero la construcción de un Metrobús no implica sólo la obra. Las empresas de colectivos deben adaptarse al sistema. En ese sentido, cabe destacar que la ciudad de Buenos Aires tiene una flota de más diez mil colectivos, casi diez veces más que Londres y Madrid.

A las líneas las obligamos a comprar diez colectivos articulados, por lo que tienen que invertir varios millones de dólares, además de recapacitar a los choferes, comentó Dietrich y aseguró que a ellos no les interesaba la reducción del tiempo en el recorrido, pero luego la UTA nos agradeció.

Por último, se refirió a la protección del medio ambiente y destacó que el Metrobús es considerado como una de las mejores prácticas en reducción de contaminación en materia de transporte. En Argentina la flota de colectivos es muy moderna, no tienen más de cinco años de antigüedad en general y son diésel. El proceso a la conversión de tecnología no contaminante es lento, pero lo estamos estudiando, finalizó.