Uno de los principales temas de debate durante el primer tramo del año legislativo en la provincia de Entre Ríos girará en torno a un nuevo proyecto de Ley de Agroquímicos. La iniciativa, propuesta desde el PJ, propone resguardar de las fumigaciones a las zonas urbanas, a través de la determinación de distancias. Además, hace principal hincapié en la optimización de la preparación de los productos y el control de las maquinarias. El Ministerio de Producción, según indica la normativa, será la autoridad de aplicación.

El proyecto, que no llegó a la media sanción durante 2013, propone reflotar un convenio con el Colegio de Ingenieros Agrónomos para la preparación de los productos que se utilizan para el riego y fumigación de los cultivos.

En diálogo con Gestionpublica.info, el Senador y Presidente de la Comisión de Producción, Oscar Arlettaz, autor de la iniciativa, se refirió a la necesidad de contar con una nueva Ley y al convenio con el Colegio de Ingenieros: La normativa anterior sólo marcaba las distancias con las escuelas rurales. A nosotros nos pareció que era demasiado pobre y que debíamos tener una idea superadora.

El convenio con el Colegio es porque creemos que son los médicos de las plantas. Son quienes deben hacer el diagnostico y las recetas de los medicamentos que necesitan los cultivos y controlar su aplicación, explicó Arlettaz.

Cabe aclarar que, según el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), los productos químicos que se utilizan para la fumigación del cultivo tienen tres tipos de bandas que especifican tu peligrosidad: Verde, azul y roja. En ese sentido, Arlettaz propone que siempre se utilicen los de banda verde y sólo cuando sea precisamente necesario los de banda azul y roja. Un medicamento mal aplicado, en una dosis mal calculada puede producir toxicidad.

En cuanto a las maquinarias, Arlettaz recomendó utilizar el regado aéreo únicamente cuando sea necesario y adelantó que se creará un padrón para registrar cada máquina y a las empresas.

La idea es que a cualquier máquina que esté en la provincia este obligada a registrarse. Recibirá un número que deberá pegar en un lugar visible y deberá tener un responsable de controlar su funcionamiento y así también  se confeccionaría el registro de aplicadores. A través de la creación de dicho documento y el padrón de maquinarias, el proyecto plantea un mecanismo de control ciudadano, para que todos los vecinos de Entre Ríos participen en la tarea de verificación.

El mecanismo de control arranca por el profesional responsable. Pero si un ciudadano común pasea por una ruta y ve que una máquina (identificada con un número según el padrón) está descargando un producto o haciendo algo inadecuado, automáticamente puede denunciarla a la Policía para que de aviso al Ministerio, alentó Arlettaz.

Por otro lado, el Senador por el PJ y Presidente de la Comisión de Producción, relativizó la peligrosidad de las distancias de regado, aunque aclaró que pretende perfeccionar la aplicación de los productos.

La distancia es lo de menos. Se puede establecer a cinco kilómetros, pero si el aviador que hace la aplicación utiliza una gota gruesa y vuelva a 100 o 150 metros de altura con un viento fuerte, la deriva va a ser de miles de metros. En cambio, si la aplicación se hace a baja altura la deriva va a ser menor. Se debe utilizar el producto adecuado, la dosis precisa y que se controle la calidad de aplicación, que se haga en el momento preciso, analizó y detalló: No se puede fumigar en pleno verano en horario del mediodía cuando el sol evapora la gota.

Por último, Arlettaz se refirió al fondo especial que se creará con dinero del cobro de patentes de las máquinas y de las multas producto de las sanciones. Será para dotar a la autoridad de aplicación, si no la proveemos de medios tampoco podemos mejorar la Ley y será imposible su aplicación, finalizó el Senador.