La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) se encuentra en un proceso de cambios similar al de otros organismos de control. Las reformas abarcan desde la digitalización de expedientes hasta la incorporación de nuevas tecnologías para hacer más eficiente el trabajo.

La semana pasada, en un evento de la Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC), el Secretario Adjunto del gremio, Federico Recagno, adelantó que en la AGN están trabajando con expedientes digitales y en la Ciudad se está avanzando en eso.

Desde el punto de vista de los organismos de control esto representa una complejidad enorme, incluso con pocas certezas de lo que uno está controlando, indicó Recagno y agregó: ahora el organismo auditado te dice lo que podés auditar, te restringen el campo auditable. Esto es una nueva tecnología que complica nuestro trabajo en lo conceptual.

Desde la AGCBA le aseguraron a este medio que lo que se está digitalizando son todos los archivos internos de la auditoria porque existe un tiempo para mantenerlos archivados y después se despapeliza, pero no hay digitalización de expedientes porque son confidenciales.

Según informaron, el gobierno de la Ciudad tiene todos sus expedientes digitalizados mediante el Sistema de Administración de Documentos Electrónicos (SADE). Muchas veces no tenemos acceso al SADE, entonces te encontrás con que auditas a ciegas, indicaron desde el organismo.

En varias oportunidades, la Auditoría porteña ha necesitado que el ministerio al cual se está controlando ponga a disposición una máquina y entregue su propia clave para poder realizar el trabajo. Estamos intentando que nos den autorización para ingresar al sistema pero se complica bastante porque dependemos de que nos pasen la información por un pen drive o impresa, explicaron.

Esto mismo no sucede con el sistema presupuestario porque la AGCBA sí cuenta con acceso al Sistema de Información de la Ejecución Presupuestaria (SIGAP) y se puede ver al instante.

Las reformas también alcanzarían a los informes elaborados, a pesar que por el momento se va a seguir con el mismo formato. Sin embargo, se está trabajando para cambiar toda la normativa de procedimiento de informes contemplando los nuevos formatos y copiando a la SIGEN y a la AGN para hacer algo más entendible para todos los ciudadanos.

Hay tipos de auditorías que ya no son necesarias, por ejemplo las integrales que demoran entre un año y medio o dos, y cuando salen no tienen los resultados que deberían tener, informaron desde la AGCBA. Se está buscando hacerlas más acotadas y de seguimiento para ver si se cumple con las recomendaciones hechas en informes anteriores, concluyeron.