El proceso de transformación del Zoológico de Buenos Aires a un Ecoparque natural cumple un año el próximo 23 de junio. GestionPublica.info entrevistó en exclusiva al ex director de la institución, Claudio Bertonatti, hoy miembro de la Fundación Azara, quien detalló lo sucedido desde el anuncio del Jefe de Gobierno de la Ciudad hasta el día de hoy.

¿Desde la Fundación Azara colaboraron como asesores en la creación del Ecoparque?

No fuimos asesores pero estuvimos aconsejando qué hacer a lo largo del proceso de transformación, inclusive antes que el Gobierno de la Ciudad interrumpiese la concesión. Siempre intentamos evitar que se produzca una situación catastrófica.

¿Qué le aconsejaron al Gobierno de la Ciudad?

Nuestro primer consejo fue en diciembre del 2015 cuando fuimos a ver al ministro de Modernización, Andy Freire, y le presentamos unos criterios básicos para que supiesen dónde estaban las prioridades. Nuestro objetivo fue que tuvieran unos lineamientos y que al terminar la concesión no decidan improvisar.

¿Y qué ocurrió? ¿Tomaron en cuenta sus lineamientos?

En junio de 2016 terminaron la concesión sin un plan en la mano y con un discurso completamente ambivalente en el que no se entendió que pretendían hacer. Si lo contrastas con lo que es hoy el Ecoparque no han cumplido con nada de lo planeado.

Las primeras líneas de mando terminaron con una economista como directora seguida por un abogado. Fue un proceso desgastante. Nos encontramos con niveles altos de desconocimientos con el agravante de que ninguna de las personas nombradas tenían experiencia en la gestión pública. Por lo tanto, los resultados que tenemos son completamente coherentes con las decisiones que se tomaron.

Nosotros nos cansamos y por eso decidimos irnos. No podemos trabajar con personas necias.

¿Desde la Ciudad pidieron colaboración a especialistas?

Este es el ex Zoológico de Buenos Aires, podríamos decir que era el zoo nacional, y está en la misma ciudad que la Universidad de Buenos Aires, el Museo Argentino de Ciencias Naturales y otras instituciones que tienen un trayectoria y que podrían haber sido convocadas para superar el desafío que tienen por delante. En vez de eso, les consultaron a los vecinos a través del Concurso Internacional de Ideas.

Usted fue director del Zoo en 2012, ¿en qué estado lo encontró en este último tiempo?

Hay un estado de estancamiento, lo cual para mi es peor porque si el tiempo pasa y todo sigue igual estamos peor que antes. Desde mi punto de vista se está peor aunque hubo medidas puntuales que estuvieron bien: primero reforzar el cuerpo de cuidadores con gente joven y formada y segundo la repatriación del guacamayo azul.

Yo me preguntaría cuáles son los planes que tienen. Me siento con autoridad de decir esto porque lo primero que hice al asumir mi cargo fue desarrollar un plan de 700 páginas sobre lo que hay que hacer y cuáles son los protocolos de trabajo. No digo que eso sea la biblia pero es un insumo por el cual no tenían que arrancar desde cero si lo leían.

Prefirieron tomar medidas de maquillaje y populistas trabajando con el diario del lunes.

¿Le gustaría volver a tener el cargo de Director del Zoo?

Creo que lo mejor es que asuma otra persona, despojada de historia pero si me necesitan va a contar con mi apoyo.