La semana pasada se dio a conocer el Índice de Percepción de la Corrupción 2016 (CPI, por sus siglas en inglés) elaborado por Transparencia Internacional. Argentina tuvo un ascenso de 4 puntos y quedó en el puesto 95 del ranking sobre 176 países. GestionPublica.info dialogó con el Director de Transparencia y Lucha contra la Corrupción de Poder Ciudadano, German Emanuele quien remarcó que la corrupción es el peor flagelo que sufre la sociedad.

Argentina en 2016 logró subir algunos puestos en el CPI en comparación al ranking 2015. Sin embargo, se mantiene en los puestos más bajos con 36 puntos acumulados sobre 100 posibles. Según Emanuele, el cambio de gobierno y algunas leyes como la de acceso a la información pública, le dieron este leve ascenso al país.

Los países de más alto rango tienden a tener mayores grados de libertad de prensa, el acceso a la información sobre el gasto público, las normas más fuertes de la integridad de los funcionarios públicos y los sistemas judiciales independientes, destacó Emanuele.

Concretamente no hay un país que se acerque a la perfección. Dinamarca y Nueva Zelanda comparten el podio con 90 puntos, 10 por debajo de la puntuación ideal.

Otro dato que es relevante es que el 69% de los países se encuentran por debajo de los 50 puntos. Esto, según Emanuele, demuestra que la corrupción es a gran escala y se encuentra en la mayor parte del mundo. El CPI combina 13 fuentes de datos de instituciones que se especializan en análisis de gobernabilidad. Entre otros, tiene en cuenta las calificaciones de riesgo país, evaluaciones del Banco Mundial y encuestas del Foro Económico Mundial, remarcó.

Dentro del continente se encuentran con mejor puntaje que Argentina, Uruguay (con 71 puntos), Chile (66), Brasil (40), Panamá (38) y Colombia (37). Los tres peor posicionados en la región son Venezuela (17), Haití (20) y Nicaragua (26).

Los países de menor rango en nuestro índice se ven afectados por las instituciones públicas de poca confianza y mal funcionamiento como la policía y el poder judicial, subraya el informe y agrega que incluso cuando las leyes contra la corrupción están en los libros, en la práctica a menudo son ignoradas.

El gobierno nacional tiene planeado para este año la creación de un portal de datos abiertos que mejore la imagen institucional del país (ver aparte). De todos modos, según Germán Emanuele, no importa cuántos datos se abran sino para qué se los utiliza y recordó que luego del presunto caso de corrupción de Fernando Niembro, se dejaron de publicar los datos de pauta oficial por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.