La Organización Internacional del Trabajo define como violencia a cualquier acción cometida por una o más personas sobre otro sujeto y a lugar de trabajo como cualquier sitio, ya sea dentro de las instalaciones fijas o en un espacio abierto donde los trabajadores deben permanecer o ir por su labor.

El jueves 23 de agosto se realizó un encuentro denominado Por un ambiente laboral sano, iniciativa llevada adelante por APOC, donde participaron integrantes de la Auditoría General de la Nación, referentes de la Asociación, especialistas del Ministerio de Trabajo y del INADI, quienes abordaron la problemática desde diferentes aspectos.

Oscar Lamberto, presidente de la AGN, fue quien abrió la charla-taller haciendo especial hincapié en los cambios tecnológicos. Están cambiando los hábitos, la medicina y las condiciones laborales. Cuando cambian los modos de producción, cambian las formas de relacionarnos. Esto significa que hay que prever las condiciones laborales. Hay que prepararnos para lo que viene. En esta casa estamos haciendo grandes esfuerzos para acoplarnos a esto.

Si la gente trabaja cómoda, es más feliz y seguramente los resultados serán mejores y no se sentirá ajeno al lugar donde está. En cambio, si lo hace en un ambiente tóxico, termina enfermo. Las conductas humanas producen mucho más cuando están en un ambiente laboral sano, porque trabajan con alegría, expresó Lamberto.

Entre 2007 y 2017, la Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral (OAVL) del Ministerio de Trabajo, atendió 4.500 casos de violencia laboral. Solo entre enero y noviembre del año pasado, hubo 572 casos atendidos, 4.980 llamadas telefónicas y 2.120 consultas por mail.

Federico Recagno, Secretario General de APOC, acompañó a Lamberto expresando que hoy las personas están viviendo situaciones de acoso laboral, donde el trabajo se convierte en un problema. Se animan a denunciarlo, pero no tenemos modo de resolverlo eficientemente. Propusimos este taller porque queremos encontrar soluciones, remarcó.

Patricia Saenz y Santiago Taich, integrantes de la OAVL, hablaron de las formas en las que operan las distintas violencias laborales sobre el cuerpo del trabajador y su entorno. Cuando se sufre, lo primero que se destruye es la dignidad, porque el trabajo es constitutivo de nuestras identidades. El impacto es muy fuerte y repercute en la salud de las personas, en la familia y en el entorno, detalló Saenz.

¿A que llamamos violencia laboral? Es un abuso con una finalidad concreta que tiene que ver con la exclusión o el sometimiento. Las víctimas no pueden salir solas, muchas veces les cuesta enfrentar la situación. Uno de los motivos por los que no hacen la denuncia es por las persecuciones laborales que se desatan contra quienes se animan a contar lo que sucede, indicó Saenz.

Es necesario hacer una lectura de género de la violencia laboral, aportó Santiago Taich. El 65% de las consultas que llegan son de mujeres, de entre 26 y 45 años. A los hombres les cuesta más asumir que son víctimas de violencia laboral, agregó. Además, según estadísticas de la Oficina de Asesoramiento, las mujeres tienen doble posibilidad de ser violentadas en el trabajo ya que los jefes varones son más hostiles con las mujeres; y las jefas mujeres, suelen ser más violentas con las propias mujeres.

¿Cómo cambiamos las pautas culturales?, preguntó Taich. Desde la Oficina de Asesoramiento brindan ayuda legal y psicológica y acompañan el proceso de denuncia, realizando un seguimiento. Además, muchas veces intervienen en el lugar de trabajo para lograr una solución. Para salir de esto es necesario ambientes más participativos y de construcción. Tenemos el compromiso de construir una sociedad más justa para todos, finalizó Saenz.

Otra de las oradoras fue la diputada nacional Carla Pitiot, quien en 2017 presentó un proyecto de ley contra la Violencia Laboral Objetiva en el ámbito público. El país hoy no tiene una ley de protección y erradicación de la violencia laboral, no tenemos una normativa nacional que contemple mecanismos, procedimientos y herramientas para poder erradicarla. Es necesario el compromiso de todos para poder abordar de una forma integral los casos que se dan.

Luchar contra la corrupción también es crear herramientas claves para defender a los compañeros que trabajan para terminar con esta problemática. Hay que darle a los organismos más fortaleza, así vamos a tener un país mejor. Por eso, festejo este compromiso de todos, del sindicato y de los funcionarios con el asesoramiento del INADI, para que podamos desarrollar en la AGN este protocolo para el abordaje de la violencia laboral, finalizó Pitiot.