Hasta el 13 de junio, que se promulgó la Ley Nacional de Regulación de la publicidad, promoción y consumo de los productos elaborados con tabaco (Ley 26.687), en la Argentina regían legislaciones provinciales desiguales  orientadas a disminuir el impacto del cigarrillo. Este nuevo piso normativo es considerado un hito en la región por la coordinadora adjunta de la Alianza Libre de Humo Argentina (ALIAR), Mariela Alderete, ya que tiene como fin reducir las muertes evitables a causa del consumo y exposición a ambientes de tabaco en todo el territorio.

A partir de 2005, la legislación avanzó tanto a nivel provincial como municipal. El director del Programa de Control de Tabaco del Ministerio de Salud de la Nación, Mario Virgolini, relata que el nivel de cumplimiento de las primeras provincias que sancionaron leyes fue muy alto. Pero las jurisdicciones que vinieron atrás, no pusieron en práctica la legislación, como por ejemplo Provincia de Buenos Aires ya que está sujeta a la decisión de los municipios. No obstante, en la Provincia de Buenos Aires se trabajó muchísimo para sacar una Ley antitabaco que cumpliese con los estándares internacionales y que tuviera un ambiente cien por cien libre de tabaco, destacó Alderete, quien además planteó que la Ley porteña, que era de restricción parcial, se logró modificar recién el año pasado para que la Capital fuera también cien por cien libre de humo.  

La Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, llevada adelante por el Ministerio de Salud de la Nación, expone que entre 2005 y 2009 en la Argentina disminuyó un 11,6% la prevalencia al humo de tabaco. Las zonas en las que se detectaron los mayores descensos fueron la Ciudad de Buenos Aires (21,6%), Tierra del Fuego (19,2%), Mendoza (16,6%) y Misiones (15,3%).

Está demostrado que cuando se implementan este tipo de medidas, los fumadores reducen en un 30% el consumo de tabaco, explicó la coordinadora adjunta de ALIAR. Un estudio realizado en Santa Fe reveló que se redujeron más de un 20% las internaciones por infartos en hospitales públicos. Para Virgolini, este resultado es similar a otras experiencias internacionales que hablan de una reducción del 17%.

Uno de los puntos fundamentales de la nueva Ley, cuya autoridad de aplicación es el Ministerio de Salud de la Nación, es que prohíbe fumar en lugares de trabajo, sitios cerrados de acceso público, instituciones educativas, espacios culturales y deportivos, y medios de transporte de todo el territorio nacional. En el artículo 24 detalla que se exceptúan de la prohibición establecida a las áreas al aire libre de los espacios destinados al acceso de público en forma libre o restringida, mientras no se trate de establecimientos de atención de la salud o de enseñanza (excluidos los del ámbito universitario), lugares de trabajo cerrados privados sin atención al público ni empleados que cumplan funciones en esa misma dependencia y los clubes de fumadores.

Otro aspecto a destacar es la prohibición de  publicitar, promocionar y patrocinar productos elaborados con tabaco a través de cualquier medio de comunicación. Esto va a tener un impacto que se va a notar en el mediano plazo. La edad promedio de iniciación en la Argentina es de 12 a 13 años. La prohibición de la publicidad va a apuntar principalmente a que los niños y adolescentes no se inicien, sostuvo Virgolini. Según Alderete, el marketing que realiza la industria tabacalera apunta a poblaciones vulnerables que son los niños, los adolescentes y las mujeres. En los países desarrollados han avanzado mucho en políticas de control de tabaco, es por esto que la industria y el marketing tabacalero migran a países de bajos recursos, donde hay políticas deficitarias o directamente no hay legislación al respecto y buscan nuevos consumidores.

A partir de esta nueva Ley se comenzaran a implementar advertencias sanitarias que ocuparan el 50% del dorso de los paquetes de cigarrillos. La misma contará con una foto que dé cuenta del daño concreto del tabaco y de la exposición al humo y una leyenda que se deberá rotar luego de un tiempo, para intensificar su efectividad (como Fumar causa cáncer, Fumar causa enfermedades cardíacas y respiratorias, La mujer embarazada que fuma causa daños irreparables a su hijo, Fumar puede causar amputación de piernas). También en los atados se debe suministrar información sobre el servicio gratuito para dejar de fumar del Ministerio de Salud. Todas estas medidas ayudan principalmente a que los pibes no comiencen con el vicio y al fumador lo ayuda a sensibilizarlo e informarlo porque muchos no saben a lo qué están expuestos y a lo qué exponen a las personas cuando fuman en lugares cerrados, manifestó Alderete.

Islandia: ¿cigarrillos en las farmacias?

Un proyecto de Ley  presentado ante el Parlamento de Islandia por la ex ministra de Salud de ese país propone vender productos derivados de tabaco sólo en farmacias y bajo receta a mayores de 20 años. El principal motivo, según trascendió, sería que los niños y jóvenes no empiecen a fumar. El director del Programa de Control de Tabaco del Ministerio de Salud no coincide con esta idea. Si bien está de acuerdo con que se establezcan restricciones a los menores, la restricción solamente en la edad es lo que genera el estímulo, ya que el adolecente identifica el fumar como un símbolo del adulto. A su vez, sostiene que no se debería vender en una farmacia donde está prohibida la venta de productor nocivos para la salud. Estamos hablando de un producto que mata a la mitad de los consumidores crónicos.

Una cuenta pendiente. Esta nueva Ley hace un importante aporte en lo que es el derecho a la salud de toda la población. Si bien esta instancia se registró como un importante avance, para la coordinadora adjunta de ALIAR hay una medida en particular sobre la cual habría que intensificar el trabajo en el corto plazo: Para fortalecer la Ley nacional sería óptimo que se aumenten los impuestos a los paquetes ya que tenemos los cigarrillos más baratos del mundo: acá sale U$S 1,5 el atado y en otros países está a 10 o 15 dólares. La diferencia es abismal.