En un informe aprobado en marzo de 2010, la Auditoría General de la Nación (AGN) indicó que el Programa de Gestión Ambiental y Turismo (que depende de la Dirección Nacional del Antártico) no cuenta con suficiente cantidad de recursos humanos (tiene sólo cuatro empleados). Esta situación provoca, entre otras cosas, omisiones y retrasos en el envío de información sobre la situación ambiental. A dos años de conocerse dicho documento, desde el área auditada aseguran poder cumplir con todas las tareas en "tiempo y forma", pese a que la cantidad de personal sigue siendo la misma.

Uno de los objetivos del programa, es garantizar que las actividades que se realicen en el territorio antártico observen las normativas vigentes tanto a nivel nacional como del Sistema del Tratado Antártico (STA). Además, se ocupa del diseño, implementación, supervisión y actualización permanente de procedimientos de gestión, capacitación y asesoría ambiental.

En el informe, que analiza el periodo de los años 2004 a 2009, el organismo de control señaló que el incremento exponencial del turismo (el número de visitas pasó de 6.700 en 1993 a 28.531 en 2007) provoca un impacto ambiental de carácter acumulativo, situación que no es monitoreada por la Dirección Nacional del Antártico en los sitios de desembarco y uso turístico. Por otro lado, también se advirtió que el área auditada no ha logrado centralizar la información ambiental involucrada en los diversos instrumentos vigentes como lo son los permisos e informes de visita, registros de movimientos de residuos peligrosos, etc. Sobre este último aspecto, también se remarcó que se ven demoras en el proceso administrativo de licitación y contratación requerido para el manejo de residuos que lleva adelante el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto que impiden a la Dirección completar en tiempo y forma el mecanismo de transporte y disposición final de residuos peligrosos.

Gestionpublica.info dialogó con Patricia Ortúzar, actual responsable del Programa de Gestión Ambiental y Turismo quién, en relación a la cantidad de recursos humanos afectadas al área, remarcó: hay cuatro empleados. Igualmente, no está estipulado en ningún lado cuantas personas tenemos que ser. Si es por cantidad de tareas, tranquilamente podríamos ser más porque trabajo tenemos, pero cubrimos todo lo que requiere respuesta en tiempo y forma.

Con respecto a las tareas que realizan en la Antártida, Ortúzar describió que el mecanismo de trabajo no depende sólo de la Dirección, sino que están integradas también las tres fuerzas armadas y que son ellos quienes operan efectivamente en el terreno y las que llevan adelante la logística.

No depende siempre de nosotros, generalmente tenemos que estar atrás de la gente que viene a realizar las actividades. Tenemos muy bien organizado todo lo que tiene que ver con la ciencia, pero por ser una organización con tantos actores sucede que se tienen que reprogramar actividades sobre la marcha, ya sea por el clima o por logística y eso lleva a que no todo sea un reloj al 100%, explicó.

Por último, Ortúzar se refirió al manejo de los residuos peligrosos y confirmó que la Dirección está inscripta, desde el año 2003, en el registro de generadores de residuos peligrosos y detalló: Los residuos se traen en un barco habilitado a cargo de la armada y lo que se hace es contratar, a través de una licitación, una empresa para la disposición final. Los residuos en ningún momento vinieron de manera irregular, siempre llegaron con su manifiesto de transporte, pero nunca hubo problemas legales. Los inconvenientes que hubo hace algunos años tuvieron que ver con demoras administrativas en los plazos de la contratación y eso genera algunas veces, la demora de los residuos en el puerto.