Pasó el receso invernal y volvió a sesionar el Colegio de Auditores de la Auditoría General de la Nación (AGN). Como siempre, la reunión tuvo lugar en el Salón Eva Perón y contó con la presencia de todos los Auditores Generales y el Presidente del organismo, Oscar Lamberto.

Uno de los informes que se aprobaron se refiere al cumplimiento de las obligaciones contractuales y mantenimiento del Corredor Vial Nº 18 compuesto por tramos de las rutas 12 y 14. Fue elaborado por la Gerencia de Control de Entes Reguladores y Empresas Prestadoras de Servicios Públicos, en el ámbito de la Dirección Nacional de Vialidad y el Órgano de Control de las Concesiones Viales (OCCOVI).

El Corredor en total tiene 667 kilómetros de extensión desde la localidad de Zárate, en la Provincia de Buenos Aires hasta Paso de los Libres, Corrientes, y a lo largo de su traza vincula los principales pasos fronterizos con Brasil y Uruguay.

La concesión se entregó a Caminos Río Uruguay en 1990 y debió haber vencido en 2002. A partir de ese momento, se sucedieron una serie de renegociaciones de contrato que llevó a que hoy, 27 años después, siga siendo explotado por el mismo concesionario, describió el Auditor General Gabriel Mihura Estrada y agregó que aún quedan cinco años más de contrato, lo que la convierte en la concesión vigente más antigua del país.

En ese sentido, cabe destacar que la AGN ya había realizado auditorías sobre este corredor en 1996; 2001 y 2006. Respecto a los informes anteriores, Estrada reconoció que el actual trabajo repite las mismas observaciones: deficiente control de parte del organismo de control y deficiente tarea de mantenimiento de la traza.

Entre otros aspectos, el informe detalla que en distintas oportunidades, a raíz de las renegociaciones de los contratos, la repavimentación de la traza fue suspendida, lo cual produjo un importante deterioro en la calzada.

Además, los auditores remarcaron que es responsabilidad del contratista el control de cargas y, ante ello, desde 2003 debían implementar un sistema de control de peso comprendido por tres estaciones ubicadas en Zárate, Yeruá y Piedritas.

Hay un relevamiento fotográfico de la traza que detecta abolladuras, fisuras y descalces en banquinas producto del exceso de cargas, enumera el informe. El Auditor General Estrada reconoció que son cuestiones que debían ser atendidas con el plan de mantenimiento.

En cuanto al control de cargas, Estrada remarcó que durante el trabajo de campo la AGN no pudo constatar que se realice. Solamente se pudo comprobar cuando se acordó con el concesionario un momento determinado y de las tres estaciones solo funcionaba una en horario reducido y un solo operador.

Por otro lado, el informe agrega que entre 2006 y 2012 cuando se suspendieron los planes de pavimentación se produjo un deterioro muy grande, lo que generó problemas de seguridad para los usuarios. Cuando se le solicitó al OCCOVI los informes mensuales no los tenía y solo presentó los que realizó el concesionario, agregó Estrada.

Por último, se refirió al contrato de concesión y manifestó que la circunstancia de que nunca se termine de recomponer debilita la postura del Estado como concedente. Produce incumplimientos y errores de proyección que terminan siendo absorbidos por el mismo Estado, concluyó.