“Los logros no alcanzan la madurez esperada”. Así de contundente fue la Auditoría General de la Nación (AGN) a la hora de evaluar los resultados del Plan Nacer, un programa que depende del Ministerio de Salud de la Nación y que desde el 2005 pretende “reducir la mortalidad materna e infantil”.

Fue porque para el 2009, en promedio, “los indicadores apenas superaban el 50% del cumplimiento”. ¿Qué son estos indicadores? También llamados “trazadoras”, permiten medir el grado de avance de una función en particular. Se establece un parámetro al comienzo del programa y luego se va evaluando el crecimiento a partir de ese punto de inicio. Para el Plan Nacer se pautaron las siguientes:

A siete años de su puesta en funcionamiento el Plan Nacer no cumple sus objetivos

Tal como se desprende del cuadro, “los indicadores con menor cobertura y evolución son seguimiento de niño sano hasta el año y de uno a seis años, con porcentajes que no superan el 30%”. 

Es de mucha relevancia, y también gravedad, que “el cálculo de cada trazadora fuera modificado en 2011 a fin de disminuir las exigencias del plan, situación que contradice al Manual Operativo que tiende a aumentarlas”.

Sobre el análisis por provincia de cada meta, la AGN observó “comportamientos muy dispares”. Mientras que Chubut tiene una cobertura del 70%, la de Santa Cruz es del 32%.

A siete años de su puesta en funcionamiento el Plan Nacer no cumple sus objetivos

El Plan Nacer es financiado parcialmente con fondos del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) por un monto de U$S 435,8 millones a partir de dos préstamos. Uno destinado a la primera etapa, que abarcó del 2007 al 2010, e incluyó a las provincias del Noreste y el Noroeste de nuestro país por ser las más “desfavorables”. La segunda parte se implementó de 2007 hasta diciembre de 2012 y cubrió el resto de las jurisdicciones nacionales, ampliando el alcance a toda la Argentina.

Los auditores evaluaron también la aplicación de estos recursos y detectaron que “las condiciones de financiamiento preveían que con el correr de cinco años el aporte exterior tenía que ir disminuyendo y desde el cuarto las provincias debían aportar la diferencia para que al sexto año sean ellas quienes lo financien en su totalidad”. Sin embargo, la realidad no coincide con lo esperado ya que “para el quinto y el sexto año el aporte provincial no aumentó y se mantuvo en un 30%, incumpliendo con el objetivo inicial”.

Desde su implementación, “la mortalidad infantil en niños menores de un año descendió de 16,8 por cada mil nacidos vivos en 2004 a 11,9 en 2010, en pequeños de 0 a 4 años, con igual parámetro, de 3,4  a 3”. En el caso de las defunciones maternas “la tasa se mantuvo casi sin variación: 0,5 en 2004 y 0,4 en 2010”.

Pueblos originarios

Entre los objetivos del Plan Nacer está “garantizarle a los pobladores originarios el acceso a la salud pregonando el respeto hacia las comunidades, evitando la discriminación y respetando sus costumbres y conocimientos sobre prácticas medicinales”.

Pero una de las primeras cuestiones que resaltó el organismo de control fue que “la metodología utilizada para identificar a los miembros de la comunidad resulta insuficiente para cumplir con el objetivo, ya que utilizan exclusivamente la autodefinición”, es decir quienes se reconozcan como integrantes. 

La AGN ya había realizado una evaluación del Plan Nacer en 2009. En comparación con esa evaluación en esta oportunidad destacó “actividades tendientes a mejorar la identificación e inclusión de este grupo” mediante, por ejemplo, la elaboración de materiales de difusión en sus idiomas originarios.

Sin embargo, “no se pudo medir el cumplimiento de las acciones” ya que en la información de las provincias se incluyen los datos globales, “sin identificar específicamente al Plan Para las Poblaciones Indígenas”.

Capacitaciones

“La actividad con menor grado de ejecución es la de Capacitación, que alcanza solo el 37% mientras que las Consultorías y los Bienes alcanzan en promedio el 90% de ejecución”. 

Los auditores “no pudieron evaluar la concordancia entre lo planificado y lo realizado en cuanto a las actividades” porque “no lograron obtener datos como fechas y lugares de las capacitaciones, participantes y demás”. La entrega parcial de información ocurrió pese a la insistencia del organismo de control “que la solicitó en tres oportunidades mediante nota”. Esta situación se mantiene desde el 2009, cuando también fue observada.

Sobre las capacitaciones, la AGN también marcó que “solo se orientó a los efectores dejando afuera a los beneficiarios”. Por ello, “continúa siendo un desafío generar en la población cambios de actitud que permita el hábito de prevención de la salud y asistencia a los Centros de Atención Primaria”.