“El valor del minuto del servicio prepago por tarjeta es más caro que las restantes propuestas de telefonía móvil y llega a triplicar a la modalidad pospago”, señaló la Auditoría General de la Nación (AGN) en su informe aprobado este año. Además explicó que por ello queda “desvirtuada” la finalidad que se busca en esta forma de pago, que básicamente es acercar la telefonía celular a los sectores con menores recursos.

Si bien el organismo de control reconoció que “es un régimen de libre competencia”, es decir, que los precios finales no están regulados, definitivamente cada empresa es un mundo. Según informó, la compañía de telefonía Claro a la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC), con una tarjeta de $15 el usuario paga $0,87 por minuto mientras que con el pospago (abono “Libre 180”), lo hace a $0,30. Del mismo modo, Personal cobra cerca de $0,50 el minuto con abono y con tarjeta lo hace a $2, 25. Por su parte, Movistar no notifica sus valores.

El precio de la llamada también varía según el valor de cada tarjeta:

Celulares: según la AGN hablar con tarjeta prepaga es hasta tres veces más caro

Para la AGN es “injustificado que haya un mayor costo económico por el mismo tiempo de comunicación, en idéntica banda horaria y empresa”, además señala como un “agravante” el hecho de que “no se informe el precio del minuto en las distintas modalidades de recarga. El usuario desconoce que valor cambia sustancialmente”.

Otro aspecto que destacó la Auditoría es el modo en que las prestadoras de telefonía celular computan el consumo del abono y las tarjetas de recargas cuando los usuarios eligen sistemas de contratación mixtos (ambas formas de pago). El informe, que evalúa la prestación desde enero de 2008 hasta diciembre de 2010, sostiene que “las empresas consumen primero el crédito del abono y posteriormente el adquirido a través de la recarga, pese a que ésta última tenga vencimiento anterior”. Es decir, "se puede perder la recarga si no se consume a tiempo todo el abono de la línea”. Cabe aclarar, que los plazos de las tarjetas son muy cortos. Al respecto, la AGN manifestó que “la decisión sobre el uso debería ser de los usuarios”.

Por otro lado, llama la atención que “las tarjetas prepagas (el plástico), en algunos casos, no reúnen con los requisitos previstos en la resolución que las reglamenta (242/06 ). Por ejemplo, el tamaño de la letra es menor al previsto, la descripción del servicio que ofrece es poco clara y las que tienen promociones exponen plazos y montos distintos al crédito que se adquiere”.

Sin embargo, a pesar de estas falencias, la Auditoría no encontró constancias de que la CNC aplicara sanciones a las empresas de telefonía celular. Según consta en el informe, tampoco las halló por parte de la Subsecretaría de Defensa al Consumidor por otras irregularidades como “no cumplir con su obligación de informar a mensualmente sus planes y tarifas”.