La Auditoría de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) detectó que el Hogar de Ancianos Guillermo Rawson “si bien, de los 203 residentes que hay, 91 padecen patologías psiquiátricas, el centro cuenta solo con un psiquiatra”. Este médico trabaja tres veces por semana, lo cual es insuficiente para la atención y seguimiento de la población total de enfermos psiquiátricos. Los auditores afirman que “ante la ausencia del médico psiquiatra, son los médicos clínicos de guardia quienes intervienen en la atención de los residentes psiquiátricos.”

La AGCBA también indicó, que el Rawson carece de un “Servicio de Salud Mental”, con lo cual “la intervención del médico psiquiatra se limita básicamente a emergencias, sin efectuar una atención de seguimiento permanente.” De hecho, “no hay un lugar específico destinado a aquellos residentes con problemas psiquiátricos, ya que habitan tanto en el pabellón de semidependientes como en el de autoválidos”. Los pacientes psiquiátricos también se alojan en enfermería, lo cual genera problemas de convivencia entre quienes tienen afectada su psiquis y aquellos que no.

El informe señala que “los ancianos con problemáticas psiquiátricas resultan peligrosos para sí o terceros, excediendo la infraestructura institucional del Hogar para su albergue, dado que se trata de un hogar de ancianos de puertas abiertas para adultos mayores, y no de un geronto-psiquiátrico”. Asimismo, los residentes tienen la libertad de salir e ingresar del predio sin ningún tipo de limitación ni control por parte del personal del Hogar.

Además, “la administración de la medicación psiquiátrica varía de acuerdo al estado del residente medicado”. Si el residente no está en condiciones de administrarse la medicación por sí mismo, los enfermeros se la proveen diariamente, pero en los casos que “el residente se encuentra en términos generales en condiciones de medicarse, se auto administra la medicación”.

Con esto último, la Auditoría quiere destacar que “la tenencia de medicación psicotrópica por parte de quienes se la pueden auto administrar acentúa el riesgo de la ingesta de dichos medicamentos por parte de quienes no están en condiciones de discernir sus actos, sea porque la encuentran en el piso o sea porque la sustraen de las pertenencias de los compañeros de salas”.

Del mismo modo se destacó que “el personal de la Empresa de Seguridad Privada que custodia el predio carece de facultades para requisar a los residentes al egreso e ingreso al hogar, razón por la cual resulta dificultoso controlar el comportamiento de los residentes que padecen de alcoholismo crónico ante la posibilidad cierta de ingresar bebidas alcohólicas al Hogar”.

Asimismo, se indica “que faltan de recursos humanos capacitados para la atención cotidiana de los adultos mayores afectados psiquiátricamente”.  De esta manera, cada “asistente gerontológico” o cuidador tiene a su cargo a tres personas para su cuidado y atención. El informe agrega que la tarea se incrementa porque no existe un sistema de reemplazos frente a licencias.

La insuficiencia de personal destinado al cuidado de los residentes “resulta trascendente teniendo en cuenta las necesidades propias de la población del Hogar: cambio de pañales, aseo de los residentes en duchas cuya frecuencia es tan solo de una vez por semana en invierno aumentándose levemente la frecuencia en periodo estival”, sostuvo la AGCBA.

Frente a todo esto, los auditores tomaron una muestra de historias clínicas y verificaron que durante el periodo auditado “el 54,55% de los residentes analizados tuvieron menos de una atención médica mensual”.

Medicamentos

El informe, aprobado este año sobre datos de 2010, resaltó que “no existe registro de la realización periódica de stock de medicamentos como tampoco hay registros completos y actualizados de la entrega de medicación a los residentes”.  

Registros clínicos

Hay deficiencias en el registro de los exámenes dentro de las historias clínicas: “En el 71,42% no consta la realización de exámenes clínicos y en el 87% la realización de los exámenes psicológicos”. Asimismo, “los exámenes odontológicos faltan en casi el 57% de las historias clínicas analizadas”. Por último, la Auditoría detectó que “en el 94,87% de las historias clínicas no hay registro de vacunación antigripal”.