El Hospital oftalmológico Dr. Pedro Lagleyze, ubicado en Juan B. Justo al 4151, es actualmente  un centro de docencia, Hospital referencial y pilar de investigación clínica. Sin embargo, la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) detectó, entre otras cuestiones, que “los quirófanos se encuentran fuera de norma” por diferentes fallas eléctricas y edilicias.

La catarata es la principal causa de ceguera bilateral y representa el 50% de los casos totales. Si bien esta afección no es prevenible es reversible con una cirugía. Se estima que en el país deberían hacerse 3 mil cirugías por millón de habitantes, pero los datos revelan que se realizan cerca de 2 mil. 

El hospital Lagleyze "es el centro que realiza el mayor número de operaciones para combatir esta afección con el uso de lentes oculares, insumo provisto por el Programa Nacional de Sanidad Ocular y Prevención de la Ceguera”.

Sin embargo, los quirófanos de este centro de salud “están fuera de norma”. Por un lado, las instalaciones eléctricas presentan serias deficiencias, de hecho, “no cumplen con el grado de seguridad que exige la reglamentación de la Asociación Electrotécnica Argentina”.

Por otro lado, “no hay separación entre los sectores para la recepción y preparación del material limpio y la entrega del sucio". Tampoco “se dispone de un área de transferencia de camillas ni de un vestuario que esté comunicado con el quirófano”.

La programación de las intervenciones quirúrgicas también representa un problema a la hora de obtener los insumos necesarios para ella. Es que según la AGCBA, “si un paciente, por ejemplo, no tiene obra social y tiene dificultades para adquirir esos materiales, debe ir al Departamento de Servicio Social". Sin embargo, "no existe una derivación obligada ni formal a esa dependencia". 

Ministerio de Salud

El informe, que evalúa el año 2011 y que fue aprobado a fines de 2013, revela que "la Dirección del hospital le solicitó al Ministerio de Salud porteño la ejecución de algunas obras que al cierre del trabajo de auditoría presentaban demoras". 

Entre ellas se destacan la calefacción y el agua caliente, la seguridad eléctrica en áreas de quirófanos y las adecuaciones necesarias en esos espacios, la protección de la baranda del primer piso y el tablero eléctrico.

El trabajo de la AGCBA pone de manifiesto "la necesidad de un plan de trabajo" para  Lagleyze a fin de "dar respuesta a las obras solicitadas en reiteradas oportunidades por la Dirección del centro y que son vitales para su buen funcionamiento".

Residuos Patógenos

En todo el hospital "no hay un solo lugar de acopio para los deshechos patogénicos ni de residuos líquidos peligrosos", pese a que la Ley 154 en su artículo 23 así lo establece. Tampoco tiene información sobre "la cantidad por tipo de desperdicio generado ni los certificados de destrucción correspondientes a los líquidos de los años 2010 y 2011".

Para el organismo de control porteño estas observaciones "exponen debilidades a la hora de cumplir las normas". El informe también señala que "la generación de residuos patogénicos presenta riesgos potenciales de peligrosidad y su inadecuado manejo puede tener serias consecuencias para la salud de la comunidad hospitalaria y para la población en general".

Recursos Humanos

El personal suele ser un punto delicado en los informes de hospitales y esta no es la excepción. El equipo de auditoría señaló que "las vacantes por retiros voluntarios y la imposibilidad de cubrir los cargos libres a la brevedad genera grandes dificultades en el desarrollo de las tareas administrativas del hospital". A ello se suma que gran parte de los empleados "no perciben la remuneración correspondiente a su función real".

Las funciones asistenciales, según la AGCBA, "se ven perjudicadas por la ausencia de personal administrativo" ya que los enfermeros son los que suplen esa carencia.

Bienes

La Auditoría porteña señaló que "no hay registros confiables que permitan determinar la cantidad, calidad, ubicación e identificación de la totalidad de los bienes muebles". De hecho, "las planillas de inventario de cada servicio no concuerdan con los objetos que efectivamente se encuentran en ellos". Por ejemplo, en la Sección Córnea, "el 42,8% de los bienes que figuraban en la planilla no estaban en el sector". En el Servicio de Retina ese porcentaje se elevó al 69,8.

El equipo de El auditor buscó donde estaban esos artículos faltantes y detectó que algunos estaban en el depósito del Departamento de Patrimonio a la espera de la baja, otros se encontraban en reparación y había un tercer grupo que había sido robado.

En la farmacia tampoco hay "registros que permitan realizar un control por oposición", es decir que ayude a contrastar la información que da el área involucrada. A ello se suma que las anotaciones "están dispersos lo que no permite cruzarlos entre sí".

Durante las tareas de campo, los auditores observaron que "en la estantería no había fichas de estante" herramienta que "facilitaría el control del stock y mejoraría la calidad del control interno en ese sector".