La Dirección Nacional de Migraciones (DNM) “tiene dificultades para la identificación y detección de personas cuyo egreso, ingreso o permanencia en nuestro territorio deba ser sancionada o prohibida”, incumpliendo así uno de sus objetivos primordiales. Esta situación fue alertada por la Auditoría General de la Nación (AGN) en su informe aprobado en septiembre de este año.

De acuerdo a la Estadística General de Movimiento Migratorio, que elabora el Ministerio del Interior y Transporte, durante 2014 en nuestro país se registraron más de 56 millones de ingresos y egresos, y se estima que, en promedio, por día cruzan las fronteras unas 153 mil personas a través de los 239 puestos de control fronterizos.

Según el relevamiento que realizó el organismo de control “falta información en el sistema que registra el movimiento de personas en las fronteras por las debilidades tecnológicas que presenta el ente y por la falta de control del organismo competente”.

Desde 2013 la Dirección cobró mayor relevancia en el control de los trámites migratorios al asumir la gestión de 99 pasos fronterizos. Sin embargo, este crecimiento institucional no fue acompañado por un desarrollo acorde de la estructura de la Tecnología de la Información (TI). Si bien la infraestructura de esta ultima creció, “las funciones de planificación, monitoreo, administración de la seguridad y la gestión del riesgo no fueron formalmente definidas”.

Por ejemplo, la estructura de la TI cuenta con referentes informáticos en el interior del país que desarrollan tareas de soporte técnico, solicitadas desde la administración central, a fin de solucionar los distintos focos de incidentes. La AGN observó que en algunos sitios “es insuficiente la dotación de este personal, como en las regiones de Chubut, Mar del Plata, Rosario, Córdoba y La Pampa”. 

Para llegar a estas conclusiones, la Auditoría se basó en los objetivos de control establecidos por las normas COBIT, que describen los resultados que debe alcanzar un organismo aplicando los procedimientos de control en los procesos de Tecnologías de la Información.

Con respecto al personal en general, la AGN observó que “al momento del relevamiento el 89,55% del total de los recursos humanospertenecía a planta transitoria”. Agregó además que “perpetuar esta forma de contratación, pensada para situaciones temporales, desvirtúa su naturaleza jurídica y desfavorece a quienes están dentro de la Dirección”.

El informe, que evaluó el 2013 y el primer semestre de 2014, señala que el plan de TI 2012-2014 “no contempla tiempos, recursos, costos o riesgos relacionados que permitan ver cómo se alcanzaran los objetivos planteados”. Sobre los peligros se añade que “no hay un marco para identificarlos y tomar decisiones, ya sea para prevenirlos, asumirlos resolverlos o evitarlos”.

Sobre la Seguridad se advierte que la persona que se encuentra a cargo de administrar la integridad de la información “tiene a cargo otras funciones incompatibles con ésta” es a su vez el “coordinador de Aplicaciones informáticas”.

Por su parte, la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) había detectado debilidades tales como “la falta de metodología a la hora de administrar proyectos informáticos y la falta de definición en el plan 2012-2014 de tiempos, recursos y costos, solo por nombrar algunas cuestiones”.