Los $756 millones que el Estado nacional iba a destinar para las Obras Mejorativas de la red troncal de rutas nacionales, entre 2004 y 2008 terminaron resultando $1113,5 millones. Así lo explicó la Auditoría General de la Nación (AGN) en un informe donde además aseguró que “estas cifras no son definitivas ya que algunas obras siguieron generando gasto en ejercicios siguientes” en concepto de tareas pendientes, redeterminaciones de precios, entre otros.

Como resultado de las labores de fiscalización en la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) y en el Organo de Control de Concesiones Viales (OCCOVI),   el organismo de control detectó que el tiempo que se tardó en concretar el inicio de los trabajos “excede razonables pautas temporales” en cuanto a “celeridad y eficiencia”. De hecho, el propio OCCOVI señala que “en muchos casos el tiempo transcurrido sin haber puesto en marcha los proyectos generó la revisión y actualización de los mismos (costos)”.

En relación con ello, según lo que se expone en el informe aprobado este año, “los retrasos en las obras, originados por la falta de planificación -del Estado Nacional-, generaron aumentos en los costos previstos” que, hasta donde pudo evaluar la Auditoría, representaron un incremento del 46,7%.

El monto destinado para las obras fue definido en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 508/04, que  detallaba  año por año, las sumas a invertir.  Al respecto,  el informe agrega que,  “a excepción de las obras iniciadas en el año 2004, en las que los presupuestos oficiales coinciden con los montos previstos en el Decreto (508/04), para el resto del período se abre una brecha entre los presupuestos oficiales de las obras y los montos de la referida norma”.


Calidad de las Obras

Los auditores visitaron algunas de las rutas y comprobaron que “en algunos tramos donde se realizaron obras mejorativas las calzadas muestran signos de ahuellamiento y banquinas deterioradas”.

Los mismos concesionarios viales efectuaron reparos sobre los trabajos de mejoramiento realizados por los contratistas. Tal el caso de la obra en la Ruta Nacional 9,  en la sección que va del km 96 al 106  (Acceso Puerto Campana- Río Areco), que no contaba con la recepción provisoria  por las objeciones efectuadas por la empresa concesionaria.


¿Quién se encarga?

La AGN “identificó en el año 2007 unas 300 quejas de usuarios afectados por Obras Mejorativas, con denuncias por daños provocados por cascotes o piedras en el parabrisas”.

El problema es ¿a quién dirigir estos reclamos? ya que desde la recepción provisoria de las obras de mejoras por parte del concesionario de la ruta, hasta que finaliza el período de garantía de los trabajos, “se superponen las actividades de los dos actores (concesionario y contratista), resultando dificultoso delimitar responsabilidades de cada uno, fundamentalmente frente a terceros”.

Es que de acuerdo con los pliegos de licitación es el concesionario el que debe encargarse de “todas las tareas previstas a partir de la recepción provisoria de las obras realizadas por el concedente”. Pero por otro lado, “en los pliegos de condiciones generales para obras mejorativas del OCCOVI, la responsabilidad por trabajos deficientes y reparaciones durante el período de garantía (que es posterior a la recepción provisoria) corresponde al contratista”, es decir a la empresa que en estos casos designó el Estado para efectuar los trabajos sobre la red vial.

Los auditores señalaron que “los usuarios han dirigido la queja a las empresas concesionarias, las cuales la reorientaron al contratista”. Debido a tantas idas y vueltas muchos de los usuarios “terminan desistiendo del reclamo, aunque en el caso de los que continuaron, la contratista no se hizo cargo de la reparación del daño”.