Subsidian por $ 19 mil millones a empresas de colectivos que adulteran sus números
Así lo reveló la Auditoría General de la Nación, en su trabajo aprobado este año. Las empresas inflaban los kilómetros recorridos para sacar ventaja del beneficio del gasoil a precio diferencial. El caldo de cultivo se da por la falta de control por oposición, normas que se contradicen entre sí, la ausencia de rendición de cuentas y de seguimiento de los servicios. Otra vez los subsidios.
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Un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) examina la entrega y el uso de los subsidios a los colectivos durante los años 2010 y 2011, periodo en el que se desembolsaron $ 19.327.401.511 a compañías que adulteraban los kilometrajes para recibir más beneficios mediante un sistema de control y normativo que dejaba los baches suficientes para que eso sucediera.
Para dar una idea de la magnitud de dinero que ingresa a las empresas de colectivos en concepto de subsidios, la Auditoría detalló en su informe, aprobado este año, que "en 2003 fueron $341.717.718 mientras que en 2012 ascendieron a $15.975.704.512, es decir un 4.575% más".
Los apoyos al Sistema Integrado de Transporte Automotor (SISTAU) son de dos tipos, por un lado, compensaciones financieras en base a la cantidad de pasajeros, kilométros recorridos e ingresos y, por el otro, provisión de gas oil a precio diferencial para cada operador beneficiario.
¿Qué se descubrió?
La Comisión Nacional de Regulación del Trasporte (CNRT) es una de las entidades con potestad de auditar esta ayuda y de su estudio se desprende que existe "un alto porcentaje de compañías que prestan un volumen menor de servicios que los que se consideran para la asignación de gas oil a un precio más económico".
De las 39 empresas evaluadas a nivel nacional "el 82% recorría un kilometraje inferior al declarado". La diferencia total era de casi 24 millones de kilómetros.
En el análisis provincial se inspeccionaron los datos de 321 empresas y "en el 47% de los casos se verificó que las firmas auditadas prestaron cerca de 37 millones de kilómetros menos respecto a los declarados y utilizados para la liquidación del subsidio".
En total, los beneficiarios del sistema son las 813 empresas en el caso del SISTAU, 91 de la Región Metropolitana de Buenos Aires y 722 que prestan el servicio en otras provincias y municipios del país.
El informe de la AGN expone casos puntuales. El de la Empresa Trasporte Interprovincial S.A. es uno: "entre mayo de 2010 y noviembre de 2011 recibió un total de 345.620 litros de gasoil a un precio diferencial pese a que la empresa no prestó servicios durante todo ese período".
La firma Almirante Guillermo Brown S.R.L. que presta servicios a nivel nacional, "percibió el beneficio del gasoil de 2007 a 2011 sin haber presentado las correspondientes declaraciones juradas". En febrero de 2011, la CNRT realizó una auditoría y constató que "habían pasado un 38% más de los kilómetros que efectivamente realizaban".
Pese a esta situación, señaló la AGN, "la normativa no prevé devolución o compensación del subsidio percibido en exceso" ni "sanciones para las empresas que no declararon oportunamente la disminución de su servicio".
¿Qué irregularidades dieron origen a esta situación?
Son muchas las falencias que abrieron el juego para que las empresas de colectivos inflen sus números. Por ejemplo, "no se cuenta con un mecanismo para detectar oportunamente la disminución de servicios". Al respecto, el informe de la AGN agrega que "no se implementó el Sistema de Seguimiento Vehicular exigido por el Decreto 98/2007 que permitía controlar los kilómetros realizados por cada operador".
Otro vacío lo generaba la falta de control por oposición. Los auditores observaron que "la única fuente de información sobre los datos con los que se arma la participación y distribución del subsidio son las mismas empresas beneficiarias, la Secretaría de Trasporte no valida por otro medio esa información".
A ello se suma que "durante el periodo auditado no se verificó que las compañías de colectivos realicen la correspondiente rendición de cuentas para respaldar rubro por rubro los subsidios entregados por el Estado".
El informe también señala que "las plantillas utilizadas por las empresas para registrar los servicios brindados carecen de homogeneidad". En consecuencia, "la tarea de control de datos se hace más engorrosa y difícil".
La base de datos que utiliza la CNRT para procesar la información suministrada "no brinda las garantías de seguridad y confiabilidad necesarias". Es que la información de cupos de gasoil a precios diferenciales se procesa mediante una planilla de Excel que permite realizar numerosas modificaciones sin ningún tipo de medida de seguridad".
Las reglas que no ordenan
El informe es muy claro al describir que "existe una profusión de normas que obstaculiza el correcto funcionamiento del sistema de subsidios". Es que "la ausencia de un cuerpo de reglas unificado y ordenado genera una compleja trama de decretos y resoluciones que se superponen, complementan, derogan entre sí y disminuyen, en consecuencia, la claridad y eficiencia del sistema". Los auditores relevaron un entramado normativo de 4 leyes, 17 decretos y 39 resoluciones dictadas entre 2011 y 2012.
Sobre auditorías
La CNRT realiza controles cuando se lo pide la Secretaría de Transporte, cuando hay nuevos servicios o un aumento en su frecuencia, alguna denuncia o cuando son programadas y de oficio. "La realización de estas últimas se las hace coincidir con cualquiera de las otras tres causas", señala el informe. No vaya a ser cosa que tengan que trabajar más.