Según la Auditoría de Estados Unidos (GAO), el Servicio de Impuestos Internos norteamericano (IRS) evaluó que para 2006 la brecha fiscal, es decir, la diferencia entre los impuestos adeudados y los pagados a tiempo “fue de $ 450 mil millones de dólares”. 

La agencia federal encargada de la recaudación fiscal y de los cumplimientos de las leyes tributarias estima que “recaudaría $ 65 mil millones de dólares si le reclamase a los ciudadanos contribuyentes a través de acciones legales”. De esta forma, la brecha fiscal neta se reduciría a $ 385 mil millones de la moneda norteamericana. 

A partir del relevamiento realizado en 2006, el IRS y el Congreso implementaron estrategias globales para abordar la brecha fiscal y así mejorar el cumplimiento tributario. Las mismas se basaron en las recomendaciones del organismo de control y se tuvieron en cuenta no solo a los ciudadanos, sino también a las empresas, bancos, corredores de bolsa e instituciones financieras. 

Una de las iniciativas llevadas a cabo consistió en que “el Servicio de Impuestos Internos le exija a las empresas que informen sobre sus declaraciones de impuestos” desde 2010. Asimismo, desde 2011 “se le pide a los bancos que informen sobre las tarjetas de crédito de las compañías”.

Otra de las estrategias desarrolladas en 2012 fue “pedir a los corredores de bolsa que den información sobre sus clientes”.

A partir de 2014, las instituciones financieras del país comenzaron a “retener una porción de los pagos realizados a otras instituciones financieras extranjeras que no tengan un acuerdo con el IRS”.

En cuanto a los contribuyentes y las formas para que brinden información, el trabajo sostiene que los ciudadanos que deben pagar impuestos “reportan sus ingresos con más precisión cuando los mismos son informados al Servicio de Impuestos Internos por terceros”. Al comparar la información recibida por terceros con lo que indican los beneficiarios en sus declaraciones de impuestos, el IRS “puede detectar una sub-declaración de ingresos”.

Esto no alcanza

A pesar de las medidas implementadas por el Servicio de Impuestos Internos y el Congreso de Estados Unidos, aún falta ajustar algunas tuercas.

La Auditoría norteamericana recomendó a la agencia federal encargada de la recaudación fiscal y del cumplimiento de las leyes tributarias “realizar investigaciones de forma regular y utilizar estos resultados para identificar las áreas de incumplimiento”. 

“Implementar nuevos requisitos para las fuentes de información de los contribuyentes y desarrollar nuevas tecnologías para mejorar la eficacia de las medidas” fue otra de las iniciativas que propuso la GAO.

Del mismo modo el IRS debería “desarrollar la rentabilidad de las medidas de inversión para asignar mejor los recursos y maximizar la recolección de impuestos”.

Por último, para ayudar al Servicio de Impuestos Internos, el Congreso debería “considerar la expansión de la autoridad de errores matemáticos del IRS para corregir los cálculos de los contribuyentes durante la declaración de impuestos”.