Según la Auditoría norteamericana (GAO), el sistema de control alimentario de Estados Unidos “se encuentra fragmentado, lo cual provoca que la supervisión de alimentos sea inconsistente, la coordinación sea ineficaz y el uso de los recursos sea ineficiente”. 

Es que las agencias federales encargadas de controlar la seguridad alimentaria se encuentran divididas en varias áreas. La preparación para las emergencias alimentarias y agrícolas está a cargo de más de nueve departamentos. Los principales organismos en cuestión son la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), responsable de garantizar la seguridad de la mayor parte de los alimentos, y el Servicio de Seguridad Alimentaria de Inspección (FSIS), ente que se ocupa de controlar la carne, las aves y los productos procesados con huevo.

En el marco de la fragmentación de responsabilidades, la GAO expone el caso de la industria de producción de huevos, la cual es controlada por cinco agencias federales. Este hecho trajo como consecuencia que en 2010 se encontraran más de 500 millones de huevos contaminados con Salmonella. 

El informe sostiene que hay tres grandes tendencias en Estados Unidos en materia de alimentación: una gran parte de la oferta de alimentos es importado; los consumidores cada vez ingieren más comidas crudas y alimentos mínimamente procesados; y la población cada vez es más susceptible a enfermedades transmitidas por alimentos. 

En este contexto, vale aclarar que la alimentación en Estados Unidos es parte de la agenda pública debido a los grandes problemas de obesidad que preocupa a gran parte de la población. Las comidas suelen utilizar almíbar de maíz rico en fructosa como el endulzante principal en lugar de azúcar. Este ingrediente está presente en alimentos y bebidas preparadas como el pan, cereales, fiambres, yogures, sopas y aderezos.

Qué se hizo y qué no

La GAO recomendó que una de las medidas para ayudar a reducir la fragmentación sea que Barack Obama convocase al Consejo de Seguridad de Alimentos. Según el informe, en 2009 el Presidente demostró un fuerte compromiso mediante el Grupo de Trabajo de Seguridad Alimentaria para coordinar los esfuerzos federales y desarrollar metas para hacer alimentos seguros. 

Si bien este tipo de acciones son alentadoras, solo son los primeros pasos. La Auditoría estadounidense sostiene que “las agencias federales encargadas de controlar la seguridad alimentaria todavía no emplearon un plan de que incluya metas orientadas a resultados de desempeño”. 

Otra de las observaciones de la GAO es que la Directiva Presidencial de Seguridad Nacional-9 (HSPD-9), creada en 2004 con el objetivo de proteger al ciudadano ante una crisis alimentaria y agrícola, “no tiene una supervisión centralizada”.

La HSPD-9 asigna a más de nueve agencias federales distintas responsabilidades para actuar en caso de emergencia alimentaria. Pero sin una coordinación centralizada, el gobierno no puede garantizar la eficiencia de los esfuerzos de las agencias. 

Lo que queda por hacer

Según el organismo de control estadounidense, el Poder Ejecutivo debe elaborar un plan de desempeño de todo el gobierno que incluya metas orientadas a resultados de desempeño. Asimismo, el Presidente debe establecer estrategias y recursos a fin de orientar las acciones correctivas y controlar los progresos. 

Alto riesgo

Las agencias que integran el sistema alimentario entraron en la lista de “alto riesgo” de la Auditoría norteamericana (GAO). ¿Qué implica estar en esta nómina? Que se trata de una institución que, según el organismo de control estadounidense, se encuentra sometida a vulnerabilidades como fraude, desperdicios, abuso o mala administración y, por ende, son quienes tienen la mayor necesidad de transformación.