Tras el colapso social y económico de fines de 2001, el Estado nacional decidió poner en marcha un plan para garantizar el acceso de la población a los medicamentos esenciales, distribuyéndolos en los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de todo el país. A poco más de un mes de que culmine la ejecución de este Programa, llamado Remediar, un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) señala que el sistema de control de la iniciativa fue “débil, insuficiente, exiguo y sin evidencias de mejoras”.

Según el trabajo de la AGN, el Remediar preveía dos instancias de seguimiento. Por un lado, los controles que debía hacer la Unidad Ejecutora Central (UEC), dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, y por el otro, la participación de dos organizaciones no gubernamentales, Cáritas y la Cruz Roja

En el primer caso, la investigación dice que tanto el equipo de auditoría de la UEC, como sus informes, “fueron exiguos”. 

Es que durante el período inicial del Remediar (2002-2008) el staff de la Unidad Ejecutora “resultaba insuficiente” para cubrir la cantidad de CAPS distribuidos en todo el país. Sin embargo, el panorama no mejoró en la última etapa, conocida como “Remediar más Redes” (R+R), implementada a partir de 2009 con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). 

Tanto fue así, que sobre esto la AGN concluyó: “En el periodo del Programa R+R el equipo de (control) continúa siendo escaso, ya que sólo son 9 auditores para más de 6.000 CAPS habilitados”. 

Además, se añadió que en la última etapa “sólo se auditó el 39% de los CAPS del país”, y que “entre 2009 y 2010, la Provincia de Buenos Aires concentró el 50% de la auditorías, pese a que representa solamente el 23% de los centros de atención primaria”. 

Para completar el cuadro, el informe observó que tampoco pudo saberse “de forma fehaciente el grado de satisfacción de los destinatarios” de la iniciativa porque “desde 2009 se discontinuaron las entrevistas” para quienes recibían los medicamentos en los distintos CAPS.

Por el lado del aporte de las ONG's, la Auditoría sostuvo: “El control social realizado por Cáritas y Cruz Roja se discontinuó en el ámbito del Programa R+R”, y ahonda sosteniendo que mientras se hicieron los seguimientos, estos registraron “incumplidos reiteradamente”, y por eso “los contratos de adhesión con estos entes quedaron sin efecto al finalizar el primer período del Programa Remediar, a fines de 2008”.

La entrega de medicamentos: otro control débil

Para verificar el control que debía realizarse sobre el proceso de entrega de medicamentos, la AGN comparó lo que se conoce como stock teórico (que equivale a la suma del inventario final y las compras anuales, menos los productos entregados), con el stock que tenía la Unidad Ejecutora Central del Ministerio de Salud.

De este cotejo, el informe afirma que “en promedio, el 32% de las registraciones muestra desvíos superiores al 50% entre ambos valores de stock”.

Asimismo, la Auditoría nacional también comparó el stock final de medicamentos con los utilizados durante el año, y concluyó que, “en promedio, tres de los 59 medicamentos del vademécum (que conforma el Remediar) tienen un stock suficiente para cubrir el consumo de los próximos dos años. Estos valores elevan innecesariamente el riesgo de vencimientos y sobrestocks en los CAPS”.

Formularios manuales, botiquines inteligentes

Por otra parte, la AGN explicó que los medicamentos eran distribuidos por los llamados Operadores Logísticos (OL), encargados de repartir los remedios en los distintos CAPS. Y desde estos centros, se enviaban a la Unidad Ejecutora Central dos formularios: el R, de recetas, y el B, de control de stock. 

Sobre esa metodología, la Auditoría observó dos falencias. En primer lugar, el informe detalla que “en 2009 se realizó un control sobre existencias de medicamentos en el Operador Logístico. De este cotejo se evidenciaron errores en la registración de los medicamentos que ascienden al 67,9% respecto de la toma de inventario y recuento físico”. Y se adjunta que “este porcentaje que se eleva al 77% de error si se lo compara con las registraciones del Programa Remediar”. Ya para “agosto de 2011, al efectuar un nuevo análisis sobre las causas de desvíos, se detectó que el error de registración no ha disminuido en el Programa R+R, alcanzando a un 85% de promedio”.

No obstante, y en segundo lugar, tras visitar varios CAPS se detectó que los mencionados formularios B “se realizan en papel, manualmente y son trasladados físicamente por el Operador Logístico al Ministerio de Salud, donde se procesan en forma centralizada por medio de carga manual. Este proceso no sólo resulta desactualizado, engorroso, lento e inoportuno, sino que además conlleva altos márgenes de error”.

Fue por esto, que el personal de farmacia de los CAPS visitados manifestó la “necesidad de elaborar botiquines inteligentes utilizando la información del formulario B, para evitar sobrantes y faltantes de medicamentos”.

Capacitación

“El programa Remediar estaba orientado a la transformación del sistema de salud, valorizando el (aspecto) preventivo, proponiendo cambios a nivel educativo en cuatro Universidades Nacionales (Rosario, Buenos Aires, Córdoba y La Plata)”, explica la Auditoría. 

A pesar de este objetivo, se detectó que “sólo la Universidad de Rosario estaba realizando esfuerzos para lograr una correspondencia continua entre el enfoque de Atención Primaria de la Salud (APS) y todas las decisiones referidas al cursado, y sin embargo no logró concretar el cambio en un nuevo plan de estudios”. 

Con respecto a las restantes casas de altos estudios, el organismo concluyó que “tampoco se lograron reformar las correspondientes currículas”.

El plan en números

El programa Remediar se apoyó en la Ley de Emergencia Sanitaria 25.990, sancionada en mayo de 2002, norma que fue prorrogada hasta el presente.

Como ya se dijo, la iniciativa constó de dos etapas: el Remediar, propiamente dicho, instrumentado entre 2002 y 2008 (con su ejecución definitiva en 2009), y el Remediar Más Redes, que operó con un préstamo del BID por 230 millones de dólares. 

Esta última etapa se inició en 2009 y culminará en mayo de este año, es decir, el mes que viene. 

Según datos del aplicativo informático del programa, hasta noviembre de 2008 se habían realizado 355 millones de consultas (con un promedio de 4,7 millones de consultas mensuales), y se distribuyeron 230,6 millones de tratamientos (con un promedio de 2,9 millones de tratamientos mensuales)

En tanto que el vademécum del plan constaba de 54 medicamentos para atender las diferentes patologías.