Tras el choque de un tren en la estación de Once, en el que murieron 51 personas, resurgió el debate sobre el rol del Estado Nacional en el sistema de transporte público del área metropolitana, ya sea como controlador de los servicios, o bien, subsidiando a las empresas concesionarias. En ese sentido, el año pasado el sector ferroviario recibió un total de $ 6.551,5 millones en concepto de transferencias para financiar gastos corrientes y de capital, algo más de $ 17,9 millones por día.

El monto, salido de un Presupuesto prorrogado, representa un 50% más que lo destinado durante el ejercicio 2010, cuando se transfirieron $ 4.354 millones.

Reparto

De los $ 6.551,5 millones de subsidios, el 57% fue justamente para las concesionarias de trenes y subtes, unos $ 3.800 millones. Entre esas firmas figura TBA, intervenida desde hoy por el Estado Nacional hasta que terminen los peritajes del choque de la semana pasada. 

El Ferrocarril Belgrano Cargas, en tanto, recibió el 29% del total de transferencias, $ 1.867 millones, un 58% más de lo que obtuvo en 2010.

Un 7% de los recursos, $ 453 millones, fue para dos Sociedades del Estado creadas mediante la Ley 26.352 en marzo de 2008: la Administración de Infraestructura Ferroviaria S.E., a la que llegaron $ 404 millones; y la Operadora Ferroviaria S.E., que recibió $ 48 millones. Ambas funcionan bajo la órbita del Ministerio de Planificación Federal.

Y el restante 7% se distribuyó en Uniones Transitorias de Empresas y diversas firmas del sector ferroviario que, en total obtuvieron subsidios por $ 432 millones durante todo el año pasado.

Corrientes y Capitales

Por otra parte, el 90% del paquete de subsidios destinados al sistema de trenes sirvió para financiar gastos corrientes. Fueron $ 5.876 millones que se transfirieron bajo un concepto que no supone ningún incremento patrimonial.

Mientras que con el 10% restante, unos $ 676 millones, se financiaron gastos de capital, destinados generalmente a la compra o producción de bienes que no implican un aumento del activo estatal.