A pesar de los anunciados recortes de los subsidios al transporte y la energía, la Finalidad presupuestaria que engloba estas transferencias, llamada Servicios Económicos, fue la que más movimientos registró en términos porcentuales durante el primer cuatrimestre de 2014.

Es que sobre una partida estimada en $ 157.696 millones para todo el año, esta Finalidad ya ejecutó unos $ 58.892 millones, es decir el 37% de sus fondos, en un lapso que equivale al 25% del ejercicio en curso.

Siempre en términos porcentuales, otra de las Finalidades con mayor nivel de ejecución fue Servicios de Seguridad y Defensa, con un 31% de su partida total. En este caso se devengaron $ 14.215 millones sobre un crédito global de $ 46.558 millones (nota al margen: esta Finalidad, junto con la de Deuda Pública -ver aparte-, fueron las únicas que no sufrieron modificaciones de sus fondos durante el período enero-abril).

Por su parte, la Finalidad Administración Gubernamental ejecutó el 24% de su presupuesto anual, unos $ 12.039 millones sobre un total de $ 50.690 millones. 

Ya en términos nominales, aparece la Finalidad Servicios Sociales, el ítem presupuestario con mayor performance del período enero-abril de 2014. Tanto es así que, de cada 100 pesos que ejecutó la Nación en el primer cuatrimestre, 60 correspondieron a este ítem, que está relacionado con las acciones en salud, asistencia social, educación y cultura, ciencia y técnica, trabajo, vivienda y urbanismo, agua potable y alcantarillado y otros servicios urbanos.

Servicios Sociales tiene, para todo el año, un presupuesto de $ 530.842 millones, de los que ya devengó el 29%, es decir, unos $ 152.372 millones. 

El presupuesto total

En números generales, y transcurridos los primeros cuatro meses del año, los Gastos Totales de la Administración Nacional alcanzaron una ejecución de $ 254.004 millones. El monto representa el 29% del Presupuesto del país, estimado actualmente en $ 863.140 millones.

De todo lo devengado hasta abril, el 89% correspondió a los llamados Gastos Corrientes. Fueron unos $ 233.978 millones destinados al normal funcionamiento del Estado (pago de sueldos, insumos, etcétera).

El 11% restante se destinó a los Gastos de Capital, que se orientan a la adquisición o producción de bienes materiales e inmateriales, y a inversiones financieras, que incrementan el activo del Estado y sirven, a su vez, para producir bienes y servicios.

En ese sentido, el nivel de ejecución fue relativamente bajo durante el primer cuatrimestre, porque rondó el 20% de su presupuesto total, algo más de $ 20 mil millones sobre una partida de $ 98.604 millones.

Deuda Pública y Cupones PBI

Los Gastos Totales se completan con otro ítem, llamado Intereses de la Deuda Pública. Esta categoría devengó unos $ 16.403 millones entre enero y abril; una performance que representa el 21% de la partida destinada a cumplir con los compromisos internos y externos, y que está calculada en $ 77.354 millones. 

Vale aclarar que, cuando se trata de Deuda Pública, no es pertinente hablar de subejecución o sobrejecución de partidas. Es que el ritmo de erogaciones de este concepto obedece al propio calendario de vencimientos y a las negociaciones que se llevan a cabo con los distintos acreedores de tiene la Nación.

En ese sentido, los Intereses en Moneda Nacional se ejecutaron por un valor de $ 9.227 millones; mientras que fueron devengados, por Intereses en Moneda Extranjera, unos $ 7.176 millones.

Como ya se dijo, el presupuesto anual para la Deuda Pública asciende a $ 77.354 millones. Esa cifra incluye un monto para pagar los bonos ligados al crecimiento de la economía, también llamados Cupones PBI.

Dadas sus condiciones contractuales, estos cupones se pagan si la economía crece por encima del 3,22% del Producto Bruto Interno (PBI). En este aspecto, las cifras definitivas que estima el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) sobre la evolución del PBI de 2013 se conocerán recién en noviembre. Sólo a partir de ese momento, el Estado sabrá definitivamente si se dispara la denominada “cláusula gatillo”, que obliga a cumplir con los acreedores.

No obstante, el mes pasado, el propio INDEC anunció un cambio en la base de cálculo del nivel de actividad económica, que determinaría -en principio- que no se tenga que pagar este Cupón a fin de año. 

Por eso, la discusión del momento gira en torno a determinar si, aún con esta modificación de la metodología, que determinó un nivel de actividad para 2013 del orden del 3% -por debajo de la cláusula gatillo– deben liquidarse o no los Cupones PBI a sus tenedores.

Fuentes cercanas a los analistas que participaron de la redacción de estas cláusulas, explicaron que, si bien el cambio de la base de cálculo del PBI está permitido contractualmente, también debería modificarse el recálculo de la “cláusula gatillo”. Todo esto, sin perjuicio de estimar que el hecho de no cumplir con los compromisos asumidos podría ocasionarle al Estado Nacional un litigio por parte de los tenedores de los Cupones. Igualmente, habrá que esperar hasta noviembre.