La semana pasada, este medio dio cuenta de los primeros impactos del programa Precios Transparentes, la iniciativa que estipula que los valores de contado tienen que ser los mismos, si un producto se abona en efectivo, con tarjeta de débito o con la de crédito en un solo pago, y que el costo final financiado debe quedar claramente exhibido.

Entre esos impactos figuran, por un lado, la merma en las ventas, informada por Fedecámaras y, por el otro, los comportamientos de los precios que, para las compras al contado no llegaron a bajar tanto como había calculado el Gobierno, mientras que los valores financiados subieron más de lo previsto

En esta oportunidad, se analizará cuál fue la reacción de la banca pública ante los resultados del programa Precios Transparentes. 

Para empezar, los bancos Nación, Ciudad y Provincia coincidieron en establecer un horizonte más prolongado, de hasta 50 cuotas, para intentar recuperar el nivel de consumo registrado en otras iniciativas, como el Ahora 12.

Por el lado del Banco Nación, el producto elegido para estos planes es su tarjeta Nativa, con tres posibilidades de acceder a financiaciones por debajo de las tasas que ofrecen los bancos privados. 

En el caso de que alguien tenga la tarjeta, puede dirigirse a los comercios adheridos a comprar cualquier producto en plazos de 12, 24 y hasta 50 cuotas fijas, con un Costo Financiero Total (CFT) de algo más del 25%. 

Vale recordar que este último concepto, el CFT es uno de los elementos más importantes a la hora de analizar la conveniencia de hacer compras en cuotas. 

Su uso es análogo al que hace un consumidor cuando va al supermercado y busca el precio por unidad de medida, por ejemplo el costo del kilo o el litro, que es obligatorio publicar en las etiquetas.

Como el CFT está expresado en un porcentaje acumulado anual, una clave es compararlo con la inflación proyectada. Por ejemplo: si a la hora de comprar un producto en 12 cuotas con un costo financiero total del 35%, se tiene en cuenta que la Administración nacional proyecta una inflación del 17%, será conveniente adquirir el bien al contado, si es que se puede. En cambio, si el CFT llegara a ser menor o más cercana a la tasa esperada de inflación, lo aconsejable es usar el dinero plástico.

Volviendo al ejemplo de Nación, si no se tiene la Nativa, está previsto que con sólo presentar el DNI y una serie de requisitos mínimos, un comprador pueda transformarse en cliente de la entidad en el mismo comercio adherido. De esta manera, se le emitirá una tarjeta provisoria en la que será cargada la compra con el financiamiento antes mencionado. 

El tercer ejemplo refiere a alguien que no tenga la Nativa ni la quiera poseer. Entonces se puede tramitar en el comercio en cuestión la obtención -en el acto- de un crédito de hasta 36 meses con una tasa de interés del 15%. En este caso, la tasa es menor porque las cadenas comerciales más importantes acordaron con Banco Nación subsidiar 5 puntos porcentuales absorbiendo esos costos en la financiación final.

La versión de la iniciativa del Banco Ciudad se aplicará a la adquisición de electrodomésticos en las principales casas del país, que estén adheridas para los rubros viajes, turismo, servicios de autos, artículos para el Hogar y Decoración, Construcción e Indumentaria. La compra en cuotas solo se puede realizar si tiene una tarjeta de esa entidad.

Y, por el lado del Banco Provincia, la financiación con tarjeta será de entre 12 y 48 cuotas. Además, lanzarán una modalidad a un año de plazo para productos de librería, de cara al inicio de las clases.