La AGCBA alertó sobre la falta de presupuesto y reconocimiento para el Casco Histórico porteño
Esta situación fue avalada por la Dirección que tiene a cargo el Plan de Manejo de uno de los sectores más pintorescos de la Ciudad. Los subsidios destinados a mejorar las fachadas no se actualizan desde 2004 y los talleres que se brindan no tienen carácter oficial. Además se detectaron compras por vías de excepción cuando no resultaban urgentes y eran predecibles, como la impresión de banners y la contratación de un lunch.
“Falta reconocimiento oficial y respaldo presupuestario para afrontar las acciones del Plan de Manejo del Casco Histórico”, afirma la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) en su informe aprobado en 2016. La observación fue compartida por la Dirección General a cargo del Plan, en su descargo.
El organismo de control señaló “la importancia de contar con partidas presupuestarias asignadas para cada uno de los programas que componen el plan, a fin de asegurar una ejecución mínima anual de los proyectos y su continuidad”. Además resalta que “la revitalización y la puesta en valor del Casco es un gran desafío que demanda un trabajo meticuloso”.
El Casco Histórico es un polígono delimitado por las calles Bartolomé Mitre, Ingeniero Huergo, Brasil, Paseo Colón, Avenida Martín García, Avenida Montes de Oca, Finochietto, Lima, Avenida Independencia, Combate de los Pozos y Riobamba. La Dirección auditada tiene como objetivo “formular e implementar políticas destinadas a revitalizar y reposicionar éste sector de la Ciudad”.
A tal fin, existe el Plan de Manejo del Casco Histórico cuyo fin es “proteger el patrimonio tangible e intangible”. Para ello se desarrollaron una serie de programas como el de puesta en valor de edificios patrimoniales y apoyo a la residencialidad, la escuela taller y el de mejora ambiental del espacio urbano.
Hasta 2015, la dotación de la Dirección para encarar la totalidad de los proyectos del Plan era de 42 personas que, según la Auditoría “estaban altamente calificada pero resultaba insuficiente”.
El programa Escuela Taller del Casco Histórico se creó para recuperar y mantener los valiosos edificios y, a su vez, fomentar la capacitación en los oficios tradicionales. El programa de formación dura dos años con una titulación final correspondiente al taller elegido para cada alumno.
No obstante, del análisis efectuado por la AGCBA se desprende que “solo se otorgan certificados de asistencia y carga horaria pero sin carácter de título”. Es que la Dirección “no obtuvo la aprobación del proyecto para la certificación de cursos y diseño curricular para darle carácter oficial a los estudios”.
En el programa de puesta en valor existe una línea de Subsidios del Fondo Metropolitano de la Cultura, las Artes y las Ciencias desde el año 2004. Cuando se inició el monto máximo era de $80 mil, en 2015 el valor máximo era exactamente el mismo.
También, desde 1995, funciona una línea de Asesoramientos Técnicos para la Restauración de Fachadas “que es gratuito para los vecinos del Casco Histórico”.
Otra de las observaciones que realizó el equipo de la AGCBA en el informe, que evaluó el año 2015, está relacionada con las contrataciones. Del análisis de cuatro convenios vinculados al Casco histórico, por casi $182 mil, surge que “fueron realizadas bajo una modalidad de excepción”. Esta situación, para los auditores, “representa un apartamiento de los procedimientos previstos en el régimen de compras y contrataciones y evidencia la falta de previsibilidad en la gestión y ejecución del gasto”.
Bajo esta modalidad se adquirió el servicio de lunch para el Concurso Casco Histórico en la Escuela 2015, un seguro de responsabilidad para la recorrida teatralizada de artistas y público por Avenida de Mayo, la impresión de un banner y de un libro del Plan de Manejo de Casco histórico. Todos hechos que son “planificables y que permiten la realización de su contratación por los cauces administrativos ordinarios”.