La Autoridad Regulatoria Nuclear observó la actividad dentro de los límites permitidos
Se desprende de un informe de la AGN cuyo fin fue evaluar la gestión del ente de fiscalización en relación al plan de monitoreo ambiental. Uno de sus objetivos mide la exposición de la población a las radiaciones. No obstante, no se cumple en un 100% con el plan de monitoreo, falta formalizar circuitos y publicar los planes de acción.
¡Una buena! La Auditoría General de la Nación (AGN) detectó que “las concentraciones de actividad radionuclear -monitoreadas por la Autoridad Regulatoria Nuclear- no superan los límites establecidos por normativa vigente”.
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) está dividida en tres entes independientes y una de ellas es la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), responsable de monitorear la seguridad radiológica, nuclear y física.
Conforme a la Ley Nacional de Actividad Nuclear, la ARN “lleva adelante un Plan Anual de Monitoreo Radiológico Ambiental en las inmediaciones de las centrales nucleares y radiactivas". Se utilizan los principios básicos de protección radiológica, que tiene por objetivo "mantener la exposición de la población tan baja como sea posible”.
Al respecto, los auditores señalaron que el proyecto “está instrumentado”, aunque “faltan incluir ciertos puntos como un marco legal e institucional en el que se realiza el plan, establecer los recursos asignados y un cronograma de realización de tareas”, solo por nombrar algunos.
Este plan contempla la construcción de un indicador anual. La AGN observó que “se incluyeron sitios de muestreo que no fueron muestreados”, es decir, que no fueron analizados. Esta situación se dio, por ejemplo, en la Central Nuclear Atucha I y en la Central Nuclear Embalse.
Sobre la última central se pudo observar que “el escenario se repitió en los últimos tres años del período auditado, que fue de 2011 al primer semestre de 2014, y pese a ello nunca se modificó la planificación”.
Por eso, pese a que la AGN destacó que “se cumple en un 100% con la publicidad de los datos del Monitoreo Radiológico Ambiental, éste no tiene un cumplimiento total”.
En el caso de encontrar un valor fuera de lo común, luego de comunicárselo al Subgerente de Mediciones en Seguridad Radiológica y al responsable del Plan de Monitoreo, “se debe crear un registro documental de la evaluación”. No obstante, “al cierre de la auditoría este asiento no se había formalizado”.
A modo complementario, los auditores detallaron que el departamento de auditoría interna de la Autoridad Regulatoria Nuclear “no incluyó evaluaciones sobre el Plan de Monitoreo en el período bajo análisis”.
En el informe, aprobado en noviembre de 2016, se expone que una de las áreas más significativas del Plan, la Gerencia de Apoyo Científico Técnico, “no tiene un instructivo que indique cómo guardar la información de la base de datos, cómo tener un back up de la información, formato y período de guarda y la confidencialidad de los datos”, entre otros.
El Plan Estratégico Institucional 2012-2015 “no fue publicado en la página web de la ARN ni en su intranet”. Tampoco fue publicado el Plan Estratégico Comunicacional, “pese a haber sido aprobado en 2010”. En el primer plan, la AGN “detectó avances, en el segundo no”.
Por último la auditoría objetó que “la Autoridad Regulatoria no puso a disposición del organismo de control la totalidad de los informes trimestrales que se elaboraron para las centrales nucleares, lo que demuestra que no llevan una evaluación estadística con análisis de tendencias”.