El Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) publicó un estudio que resalta que en los hogares que están por debajo de la línea de la pobreza los datos muestran que $3 de cada $4 sus ingresos se obtienen del trabajo y que sólo un cuarto de sus entradas proviene de la asistencia social. El documento se hizo en base a datos del informe “Trabajo e Ingresos” del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) en el que se observó la evolución de la distribución del ingreso en el segundo trimestre de 2021.

Se relevaron a 9.195.238 viviendas constituidas por 28.872.492 personas. De ellas, 210.784 no registraron ingresos.

El informe se elaboró con los principales indicadores de la distribución del ingreso de los 31 aglomerados cubiertos por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Esto incluye escalas de distribución por deciles de distintos conceptos de ingreso (individual, de la ocupación principal, total familiar y per cápita familiar) para la población total, la población ocupada y los hogares. 

Según cifras de INDEC se relevaron 9.195.238 viviendas constituidas por 28.872.492 personas. De allí, se observó que 210.784 personas “no registraron ingresos”, unos 95.877 hogares.

El informe de IDESA destaca que en el segundo trimestre de 2021 el 73% de las entradas en las economías de los hogares más pobres tienen origen laboral y que los ingresos no laborales, mayormente asistencia social, representan el otro 27%.

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Las evidencias estudiadas por IDESA señalan que para combatir la pobreza es necesario bajar la inflación.

El análisis de IDESA contempló una comparación histórica con los mismos parámetros en el mismo período entre 2019 y 2021. En el 2019 se observó una distribución similar a la del 2021 ya que los ingresos no laborales representaron el 28%.

En el segundo trimestre de 2020, cuando el confinamiento fue más estricto, había 3 millones de ocupados informales menos, considerando como tales a empleados “en negro” y cuentapropistas. Sin embargo, se repite el patrón de que en estos hogares cobran importancia los ingresos de origen laboral y no los de origen asistencial (54%-46%).

Las evidencias estudiadas por IDESA señalaron que la principal herramienta para luchar contra la pobreza es reducir la inflación. A los ingresos generados a través del trabajo informal, que son el principal sustento de los hogares pobres, les cuesta más que al resto de las remuneraciones seguir el ritmo de los precios.