El contador Claudio Ricciuti, destituido ayer del cargo de vocal del Tribunal de Cuentas, al que había ya renunciado, consideró que el veredicto estaba "planteado de antemano". Se mostró preocupado por el futuro de los organismos de control, frente al avasallamiento del poder político sobre las instituciones. Atribuyó la destitución a su postura frente al convenio chino y admitió estar aliviado, puesto que luego de 17 años se lo saca del cargo por "cobrar título y antigüedad".

Río Grande.- Luego de una extensa jornada en la que cada legislador de la sala juzgadora dio lectura a los fundamentos de su voto, el contador Claudio Ricciuti hizo su propia evaluación del desarrollo de la audiencia y de un resultado, previsto desde el comienzo.

Señaló que los legisladores "hicieron gala de fracciones del mismo voto, repitiendo textos enteros de la Sala Acusadora, pero no he advertido mayor valor agregado. Es lo que suponíamos porque cuando nos dimos cuenta de que no hicieron el alegato luego de la provisión de la prueba, no tenían mucho más que agregar. El veredicto estaba planteado de antemano desde hace un par de meses atrás", aseguró.

La "copia" fue tal a su entender que parecía redactado por un mismo abogado asesor, según dijo, y agregó que "más allá de lo aburrido es una pena haber presenciado esto".

Indicó que "el núcleo de la cuestión fue destituir a un miembro del Tribunal de Cuentas por cobrar antigüedad y título, una decisión que se tomó hace 16 años, que fue consultada con el Fiscal de Estado, presentada en todos y cada uno de los presupuestos y cuentas generales de ejercicio que ellos mismos aprobaron".

Recordó que ya "había dicho que renunciado o destituido para mí la cuestión es la misma" para centrar la preocupación en "las instituciones de la provincia, porque de pronto a alguien se le puede ocurrir después de 16 años interpretar una norma de manera distinta y, porque tienen un grupo de votos, probablemente anclado con otro tipo de intereses, sacan del medio un miembro del Tribunal de Cuentas en este caso, que mañana puede ser un Fiscal de Estado o podrá ser un juez, porque en definitiva la actitud es la misma".

Acerca de si este desenlace se puede leer como una revancha por haber "arruinado" algún negocio, respondió que "en algún momento alguien dijo que Ricciuti era una piedra en el zapato. No hace falta revisar el expediente del primer acuerdo con los chinos", observó, como la raíz del problema por las objeciones que planteó.

En definitiva todo fue "una excusa para sacarme del camino y para dar un mensaje de cautela a los miembros que siguen funcionando en el Tribunal, cobrando lo mismo de lo que se me acusa a mí".

En este punto se detuvo en los que quedan dentro del organismo de control, y el tercer miembro que deberá integrarse: "Más allá del profesionalismo y las personas de bien que puedan ser, esta actitud a la que los llevaron los muestra ante la sociedad como condicionados a cualquier cosa. Prueba está en cómo argumentaron el control del segundo convenio con la empresa china. Es evidente que acá no hubo imparcialidad en el juzgamiento, a excepción del legislador Pluis que mantiene la coherencia tanto votando en contra del convenio chino, como de la disminución de los presupuestos de la justicia y los organismos de control. Me pregunto cómo puede funcionar el Tribunal de Cuentas con sus dos integrantes, o el que entra, cuando sepa que por cualquier idiotez, cuando moleste, cuando diga que no, lo corren hacia un lado", deslizó. 

Como contraste, expuso que no hay castigo para quienes "sancionan leyes inconstitucionales, que han levantado la mano para reafirmar el concepto de que la provincia le puede dar el gas a una empresa privada por 25 años en forma directa, sin tener una compulsa para saber si el precio es bueno o malo, y sancionan una ley que gracias a dios es declarada inconstitucional. Después ese mismo sistema intenta reprimir o retar al poder judicial y al tribunal de cuentas bajándoles el presupuesto".

Cruce de intereses

Ricciuti añadió que fue "juzgado por legisladores de la sala acusadora y juzgadora que debieron haberse excusado, más allá de que el juicio político solamente prevé la excusación por cuestiones de consanguinidad. Debían haberse excusado por el simple hecho de que cuando trabajaban en la administración activa recibieron reproches de mi parte", dijo.

Enumeró "legisladoras que trabajaban en la Municipalidad de Ushuaia y han tenido fallos adversos por mi parte; legisladores que han trabajado en la Caja de Previsión que han sido multados. Una cantidad de legisladores que por una cuestión o por otra merecieron reproches por parte del Tribunal no tuvieron la menor intención de excusarse en esta situación y sí tuvieron la mala letra que le dieron sus asesores. No han podido responder la pregunta de todo el mundo: cómo fue que dos miembros del Tribunal de Cuentas que siguen cobrando lo mismo salieron ilesos y solamente a mí me condenan. Esa respuesta no estuvo en ninguno de los votos", enfatizó.

"Esto no tiene el menor asidero, hemos demostrado que un profesional recién ingresado en la administración pública, por el escalafón que estableció la gobernadora Ríos, gana casi lo mismo que lo que ellos pretenden que gane un miembro del Tribunal de Cuentas", reflexionó como parte del absurdo.

De ahora en más

El paso siguiente será la justicia: "No nos han dejado alternativa. Yo particularmente no quería llegar a tal situación pero se ve que quieren dar un mensaje muy claro, los he enojado mucho, hubo actitudes mías que no han gustado y creo que la comunidad va a ver como se va a ir hilvanando esto en los próximos días", dijo, previendo que el polémico acuerdo siga su curso contra viento y marea.

"Esto va a llegar hasta los últimos estrados judiciales, obviamente", confirmó Ricciuti, como también que además de ser destituido, por la inhabilitación no puede "ejercer ningún cargo público, ni siquiera puedo dar clases en un colegio público, por cinco años".

La "destrucción" 

Finalmente coincidió con la postura y la preocupación del Presidente del Secretariado Permanente de organismos de control público, Rubén Quijano, respecto de que este proceso marca un hecho histórico sin precedentes en Latinoamérica.

"Totalmente. Este gobierno que asume con la transparencia como parte fundamental de su base política no dudó ni desde el primer momento en destruir los organismos de control provinciales. No olvidemos que trajo a la Auditoría General de la Nación para que haga un balance de la situación en que se encontraban, desconociendo las instituciones democráticas de la provincia. Desde ese primer momento está clarísimo el desprecio que este gobierno tiene por los organismos de control. Lo mío es ajeno, personal, es algo mínimo. El problema acá son las instituciones", subrayó.

"Por un lado me siento aliviado, porque obviamente después de 17 años de controlar presupuestos millonarios, de pasar por mi escritorio expedientes complejos, una cantidad enorme de situaciones conflictivas, que se me destituya por cobrar antigüedad y título me deja la conciencia tranquila de que realmente trabajé bien. Creo que es lamentable que los legisladores hayan tenido que recurrir a un argumento tan tonto. Desde el primer momento, la única cabeza que ellos querían era la mía", concluyó el contador.