“Tenemos leyes ambientales pero faltan que se cumplan en un 100%”
ElAuditor.info y GestionPublica.info dialogaron con Tais Gadea Lara, periodista especializada en cambio climático, sobre lo que dejó el 2018 en materia ambiental y cuáles son los desafíos para el año que recién comienza.
El 2018 dejó una serie de logros y otros tantos fracasos en materia ambiental en la República Argentina. Desde la presentación del primer Inventario Nacional de Glaciares hasta la desarticulación del Ministerio de Ambiente para su conversión en Secretaría. Sobre estos temas, ElAuditor.info y GestionPublica.info dialogaron con Tais Gadea Lara, periodista especializada en ambiente y cambio climático, Climate Reality Leader y directora de Conexión Coral.
- ¿Cuál considerás que fue el mayor logro o avance en materia ambiental en 2018?
Creo que desde un primer momento se supo que, con este gobierno, iba a haber una fuerte política de aumentar la cantidad de áreas protegidas. Este año eso se vio en la práctica porque se batió el récord en declaración de nuevas zonas, cuatro en superficie terrestre y dos marinas que, por su extensión, se llegó a casi al 10% del Mar Argentino bajo protección.
Esa es una de las cosas positivas que se pueden destacar del año porque un área bajo protección implica que se busca promover la conservación de la biodiversidad porque son espacios ricos que tienen un valor ecológico importante. También hay que poner atención sobre el control de la explotación que se pueden hacer en esas áreas, por ejemplo, el monitoreo de la actividad pesquera en las áreas marinas.
- ¿Cuál es el grado de cumplimiento de leyes ambientales al día de hoy?
Es importante ver cuál es el acatamiento de las normas que ya hay para proteger la naturaleza en nuestro territorio. Con esto digo, por ejemplo, la ley de bosques que todavía no tiene el financiamiento que le corresponde. Me parece interesante ver el análisis que hace la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) respecto al presupuesto anual que realiza cada gobierno y ver cuánto se le destina a políticas ambientales y cuánto explotación de combustibles fósiles.
En el caso de la ley de glaciares este año se presentó un inventario dentro de las características de esta norma. Si bien con su creación las organizaciones ambientalistas reconocieron que se avanzó hubo muchas críticas porque no se consideraron los glaciares con una superficie menor a 0,01 km2. Esto va en relación a la explotación que se le permite a las empresas en áreas glaciares o peri glaciares.
- ¿Y en materia energética?
La política energética va de la mano de cómo se cuidan o no los recursos y la biodiversidad que tenemos en el país. Este gobierno puso en agenda el desarrollo de las energías renovables, se abrieron licitaciones, se aprobó una ley y este año se reglamentó otra de generación distribuida.
Por un lado, se está avanzando en el porcentaje de energía que en Argentina proviene de fuentes renovables, aunque todavía estamos lejos de lo que determina la ley. La gran sombra de política energética sigue siendo su proyecto estrella que es Vaca Muerta, la promoción que se hace ahí y el concepto que se tiene del gas como una transición hacia las energías renovables al 100%. Eso es algo que critican las organizaciones ambientalistas locales e internacionales quienes consideran que el desarrollo tiene que ser en pos de las energías renovables sin favorecer a los combustibles fósiles. Eso cobra más importancia si se tiene en cuenta que este año hubo derrames no sólo en Vaca Muerta sino también en otros yacimientos de YPF.
- ¿Dónde crees que puso el foco el año pasado el gobierno nacional?
Desde la Dirección de Cambio Climático de la Secretaria de Ambiente estuvieron muy enfocados en la reunión del G20 presidida por Argentina y desde el gobierno tienen una mirada positiva sobre cómo se resolvió el apartado de clima en la declaración final. Ahí es interesante ver que siempre hubo consenso, todas las partes firmaron ese documento y no es menor. Ahora bien, 19 países reafirmaron su compromiso con el acuerdo de París pero Estados Unidos insistió con su postura de salir del mismo. Al menos se reconocieron las posiciones y se reafirmó la agenda de desarrollo sostenible.
- ¿Y para 2019?
La agenda que tuvo la Argentina en la COP24 en Polonia fue con los logros que se realizaron a raíz del G20. Lo que se espera para 2019 es ver cuál es el propósito de la ley de Cambio Climático que anunció Sergio Bergman en la COP, que va a presentar como proyecto al Congreso. Será interesante analizar cuál va a ser el objetivo que va a tener esa norma para la Argentina y cuál va a ser su cumplimiento, porque acá tenemos leyes ambientales pero faltan que se acaten realmente en un 100%.
Es un año electoral y me parece que va a ser interesante que desde los medios de comunicación le informen a la ciudadanía cuáles son los proyectos en materia ambiental que tienen los candidatos que se presenten porque es un tema que a veces pasa desapercibido en la cobertura. En claro ejemplo es el caso Bolsonaro en Brasil que en campaña dijo que quería salir del acuerdo de París y explotar la Amazonía y terminó ganando. Eso convoca a la reflexionar si la gente eligió eso en un país que lidera el ranking de activistas ambientales asesinados en el mundo. Me parece un desafío para los comunicadores tratar que la agenda climática sea un contenido de los candidatos para saber cuál va a ser su matriz energética, cuál va a ser su postura sobre las necesidades energéticas y cómo se va a posicionar frente a la política internacional de Cambio Climático.
- ¿Qué tipos de informes utilizas para tus trabajos?
Como me especializo en Cambio Climático, los informes científicos se vuelven una fuente muy valiosa para saber el estado de situación del ambiente, del planeta. Siempre me gusta decir que los periodistas de Cambio Climático somos una suerte de traductores entre la ciencia y la gente. Este año la noticia a nivel mundial fue el informe del Panel Intergubernamental en Cambio Climático (IPCC) que plantea un escenario de calentamiento gobal a 1.5°C frente a los 2°C que plantea el acuerdo de París. Eso nos muestra dónde estamos parados y qué tenemos que hacer si realmente queremos liderar esta lucha porque nos queda poco tiempo.
Un representante de las islas Marshall, que puede desaparecer por el aumento del nivel de los océanos, dijo en la COP: “lo que para ustedes es una diferencia de números para nosotros significa la supervivencia” y me parece que es lo que hay que tener en cuenta a la hora de pensar los contextos.
En relación a ese informe fue muy interesante ver que hubo mucho título apocalíptico, en medios argentinos también, y me parece que se genera un efecto contrario porque pones a la gente en estado de shock pero no la estás formando para que tome acción. El trabajo daba consignas sobre lo que hay que hacer, por ejemplo, que la gente en sus vidas diarias empiece a comer menos carne. Creo que como comunicadores se toma la decisión de alarmar a la gente o de hacer que se involucren desde la acción con una mirada propositiva.