La empresa que vende los plásticos resolvió elevar la carga mínima de $ 5 a $ 10, lo cual generó complicaciones a los usuarios.

Santa Fe.- Por resolución de Operadora Santa Fe, la empresa que gerencia el sistema de tarjetas magnéticas para abonar el colectivo, desde el 1° de julio elevó la carga mínima de $ 5 a $ 10. Esto complicó a los usuarios de menores recursos, a quienes les resulta más conveniente pagar los viajes por día y con tarjeta, ya que cuesta 20 centavos menos que abonar con monedas. 

La medida motivó una intervención del Órgano de Control de Transporte municipal, que ayer se reunió con representantes de las empresas, en el marco de una auditoría general del sistema que está realizando. Según se adelantó, desde la cero hora de mañana se daría marcha atrás a la resolución debido a que es injerencia de la Municipalidad resolver estas cuestiones. 

El motivo por el que se tomó esta decisión no pudo ser explicado por Operadora Santa Fe, pero desde el Órgano de Control se informó que respondió a "razones ajenas a la prestación del servicio, que tendrían que ver con el reclamo reiterado de los dueños de kioscos que venden las tarjetas, por el desgaste que implica cargarlas" y el poco margen de ganancia que les queda por prestar este servicio. 

El subsecretario de Transporte, Sergio Ludueña, explicó que "les dijimos a las empresas que no pueden producir esta modificación hasta que nosotros lo resolvamos, por eso les pedimos que retrotraigan la medida mientras estudiamos cómo está funcionando el sistema de recarga". 

Muchos usuarios disconformes 

Como suele ocurrir con estas decisiones, los depositarios de las quejas fueron los intermediarios, en este caso los kioscos que decidieron sumar a sus servicios la carga de crédito para tarjetas de colectivo. 

Los comerciantes consultados coincidieron en que fueron muchos los usuarios que se mostraron disconformes ante la carga mínima de 10 pesos. También plantearon que la nueva disposición no fue lo suficientemente difundida, y coincidieron en que desnudó otra vez el problema de falta de monedas. 

"A nosotros en realidad nos resulta mucho más cómodo" reconoció María Eugenia, del kiosco ubicado en bulevar Pellegrini entre San Jerónimo y San Martín. Pero remarcó que a su criterio "la tarjeta es un beneficio para la gente, no para el comerciante". 

Admitió que son varios los que llegan a cargar y se retiran "porque no tienen la plata". "Estaban acostumbrados a que les cargaba menos" y "ahora, hasta que se acostumbren a que son 10 pesos, más de la mitad de la gente se va sin cargar". 

En similar sentido se expresó Ernesto, que tiene su comercio en Mendoza y Francia. "Hemos recibido muchas quejas, aunque otros lo reciben normal", señaló. Por ejemplo "alguno piensa que tiene crédito, sube al ómnibus y se tiene que bajar. Tiene 2 pesos en el bolsillo y viene a cargar. Y reacciona mal, se enoja", explicó. 

En un céntrico local ubicado sobre calle Tucumán, Leonardo explicó que hay muchos usuarios a quienes la disposición no afecta dado que "cargaban normalmente 10 ó más". Pero aclaró que son otros tantos los que "hacen el mango por día y vienen a cargar 2 ó 3 pesos". "Un 30 ó 40 por ciento de la gente que entra se queja", estimó. 

"La gente está disconforme por el hecho de que les cueste 10 pesos, hay quien viaja por día y no puede pagarlo" manifestó Viviana, en su kiosco de 4 de Enero al 2900. "Hay gente que hacía cargas de 20, 30, 40 ó 50 pesos. A ése no le interesa. Los que vienen con menos pagan igual, pero rezongan", explicó.