El primer tramo del encuentro se llevó a cabo en el Teatro Sarmiento, donde participaron unas 250 personas, entre ellos vecinos de la Ciudad de Buenos Aires, cooperativas de recuperadores urbanos, miembros de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y representantes de distintas Fundaciones y ONG´s. De los 63 expositores previstos en la audiencia, sólo 20 tuvieron sus cinco minutos de participación donde, a las corridas, brindaron sus críticas y comentarios a los pliegos. El resto, debió esperar un cambio de sede; cerca del mediodía la audiencia se trasladó al Centro Cultural San Martín porque estaba previsto que el salón del Sarmiento albergue otra actividad.

El contrato del nuevo sistema de recolección de residuos, que fue monitoreado por las ONG Cambio Democrático y Poder Ciudadano, durará cuatro años. El vecino tendrá un rol activo, ya que deberá realizar en su casa la separación de residuos según su origen, para luego depositarlos en contenedores que estarán ubicados en toda la Ciudad, uno cada cuatro cuadras. Las cooperativas de recuperadores urbanos brindarán, además, un servicio de “puerta a puerta” para la recolección de los secos. Para esto, los vecinos deberán previamente comunicarse a un 0-800.

En cuanto al modo de selección de las cooperativas de recuperadores urbanos, se realizará a través de un concurso público, en el que deberán presentar un plan de trabajo que incluya, entre otras cosas, proyectos de educación ambiental y logística necesaria para la realización de su trabajo. Tras este proceso, se les otorgará una cantidad de manzanas de la Ciudad donde podrán realizar sus tareas.

En general, los expositores celebraron la iniciativa del ministerio de Ambiente y Espacio Público, aunque señalaron varios puntos a trabajar, entre los cuales destacaron mejorar la “comunicación y publicidad” con el propósito de lograr una fuerte concientización en la sociedad para la separación de residuos en origen. Por ejemplo, Javier García, de la Fundación Ciudad, afirmó que las campañas realizadas hasta ahora “no han tenido el resultado esperado”, y que “debe ser el Estado el que dirija las campañas y no las empresas privadas”. Además propuso que, junto con la publicidad, se inicie un proyecto de educación ambiental.

Carlos Adrián, habitante de la villa 31, es parte de una Cooperativa de Recuperadores y hablo sobre la relación de estas organizaciones con las empresas privadas: aseguró que, si bien no están en contra de ellas, señaló que “deben subsistir con la clase trabajadora”, e hizo hincapié en que en la ciudad de Buenos Aires hay mucha mano de obra que puede ser fundamental para el reciclaje de los residuos.

El representante de la Asociación de Trabajadores del Estado, Santiago Fernández Galeano, dejo en claro que están totalmente de acuerdo en que la recolección de secos esté a cargo de las cooperativas de recuperadores y consideró que a partir de la crisis de 2001 los recuperadores “se hicieron cargo de un tema que incumbe a toda la ciudad de Buenos Aires”, y por eso entiende que el Estado “debe brindar todos los recursos necesarios para que el pliego de secos tenga un buen destino”.

Voceros del ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, remarcaron que de aquí en adelante “se procederá a seguir con los procesos legales que exige la norma administrativa, comenzando con el llamado a licitación”. Además, “se analizarán las opiniones expuestas en la audiencia pública y se decidirá qué se incorpora y qué no”. El 19 de agosto vence el actual contrato de las cinco empresas privadas encargadas del servicio de higiene urbana, por lo que dentro de esa fecha se deberá poner en marcha el proceso de la nueva licitación, el cual, afirmaron, “puede demorar un año”. En el mientras tanto, el servicio será prestado por las mismas firmas. A partir del nuevo sistema, ahora serán sólo tres las empresas encargadas de la recolección de los residuos húmedos.