Buenos Aires.- Se habría registrado una maniobra para favorecer a proveedores amigos, lo que se suma a una serie de irregularidades que ponen en la mira al Consejo Escolar platense. Complicidad del gobierno bonaerense y negocios oscuros.

En La Plata asisten a los comedores escolares para desayunar, almorzar y merendar cerca de 300 mil pibes. Lo hacen todos los días hábiles y conlleva el manejo de unos 2.500.000 pesos al mes, administrados por el Consejo Escolar. 

Los 200 colegios con comedor recibían mercaderías de unos 200 proveedores. Pero en una decisión muy sospechosa, las autoridades del Consejo Escolar local decidieron arbitrariamente concentrar la compra de alimentos en cuatro proveedores que, según algunos trascendidos, serían empresas "amigas" y algunas tendrían estrechos vínculos comerciales con los funcionarios de esa dependencia. Esta medida fue impulsada por el presidente del Consejo, Alberto Darhanpe, y por el tesorero, Guillermo Correa, ambos sospechados por manejos poco transparentes en los informes relevados por la auditoría llevada a cabo recientemente.

Eso no es todo. El año pasado, el Tribunal de Cuentas advirtió que falta documentación por un monto de 215.996 pesos e intimó al entonces presidente del Consejo, Guillermo Correa, a remitir los comprobantes. A fines del año pasado, hubo recambio de autoridades, producto de las elecciones legislativas. Asumió Darhanpe, pero lejos de ordenar la situación, llamativamente puso al sospechado Correa como tesorero del Consejo Escolar.

Pero las responsabilidades no sólo atañen a las autoridades del Consejo, que responden al bruerismo. En 2009, el director general de Cultura y Educación, Mario Oporto, dictó en dos oportunidades una suerte de intervención del Consejo, que se conoce con el nombre de "advocación". El motivo fueron las diversas irregularidades que se habían detectado, pero la realidad es que poco y nada cambió.

Es más, las irregularidades se repiten a lo largo y ancho de la Provincia, afectando a distintos consejos escolares. Se trata de una caja de dinero fabulosa que, muchas veces, en lugar de estar destinada a equipar y arreglar las escuelas, es destinada a fines políticos.

La cifra: $ 2.025 millones es el presupuesto que tiene asignado, en 2010, la Coordinación de Consejos Escolares de la Provincia

Irregularidades varias

Todo parece indicar que este giro estructural en el sistema de compras dará poder y manejo de sumas millonarias de plata a la presidencia del Consejo Escolar, con contrataciones de proveedores "amigos".

"Para asistir a las escuelas de verano la designación fue irregular. No hubo llamado a licitación y contrataron a unas pocas empresas. Dijeron que iba a ser una prueba piloto, y el resto de los proveedores quedaron preocupados por la marginación", indicó una directora de una escuela de la periferia.

"La concentración alienta la sobrefacturación y la coima", opinó el director de una escuela, que pidió anonimato a fin de evitar represalias. Es más, según la fuente consultada-, "durante enero y febrero las directoras de escuelas fueron ‘apretadas’ para que soliciten el triple de los cupos reales de alumnos comensales para que les cierren los números a los proveedores", agregó.