Publicado: 26-02-2010
 
Buenos Aires volvió a inundarse. Macri se defendió, pero su gestión sigue siendo cuestionada. Piden interpelarlo.

Las lluvias que volvieron a azotar a la Ciudad no solamente causaron estragos en la vida de los porteños sino que volvieron a poner en una situación de crisis a la gestión de Mauricio Macri. Inundaciones, calles anegadas, demoras en el tránsito, subtes paralizados y cortes de luz constituyeron un escenario que recordaba demasiado al lunes 15. En apenas dos horas cayeron 80 milímetros de agua. Palermo, Flores y Villa Crespo fueron algunos de los barrios que más padecieron las tormentas.

Con sólo cuatro días de diferencia, los vecinos sufrieron una vez más las consecuencias de vivir en una ciudad que no está preparada para recibir fuertes diluvios. Las protestas y las quejas comenzaron a escucharse la noche del viernes y continuaron durante todo el fin de semana. La luz tardó varios días en volver en algunas zonas. Los vecinos de Caballito, Flores, La Paternal y Villa Crespo realizaron manifestaciones para reclamar que se reestableciera el servicio de luz, mientras que desde las empresas expresaron que se trataba de un trabajo difícil debido a que había que secar todas las cámaras subterráneas, que no estaban preparadas para el agua.

Esta vez, Mauricio Macri se vio obligado a dar explicaciones. Admitió que si vuelve a llover de la misma forma la Ciudad volverá a inundarse, y dijo: "Para los que los agarró la lluvia dos veces, no hay palabra que alcance. Uno ve las imágenes en TV, cómo los afecta, cómo pierden sus cosas. Por esta situación, hemos dado un Decreto de Necesidad y Urgencia donde aumentamos el monto del total del fondo de 5 a 10 millones de pesos y el monto máximo por indemnización de 5 a 8 mil pesos. Bajamos el nivel de exigencia para lograr acceder, ampliamos el plazo de 7 a 20 días para que puedan hacer los trámites". Desde la oposición, varios legisladores rechazaron el decreto, exigiendo que cada retribución se evalúe de manera autónoma y que el subsidio no tenga techo.

El jefe de Gobierno responsabilizó por las inundaciones a gestiones anteriores, y sostuvo: "Lo que hicimos, de pasar varias décadas sin hacer ninguna obra, no se tiene que volver a repetir porque las cosas hay que hacerlas permanentemente, porque cada vez se necesita mayor infraestructura y porque cada vez llueve más". También anunció que en los CGP de la Ciudad ya hay más de 900 pedidos de subsidios y se defendió al afirmar: "Nos comprometimos que las obras se iban a hacer y ahora se están haciendo".

Sin embargo, la gestión de Macri siguió siendo cuestionada y diversos sectores concordaron en que desde el gobierno porteño no se hizo todo lo necesario para solucionar los problemas que generan las lluvias. Francisco "Tito" Nenna, legislador porteño por el Encuentro Popular para la Victoria, considera que ante las inundaciones el jefe de Gobierno "lanza manotazos de ahogado" y que "carece de una política a largo plazo y basa su gestión en declaraciones espasmódicas que no les cambian la vida a los vecinos".

Por otra parte, Roberto Feletti, viceministro de economía y ex secretario de Infraestructura y Planeamiento de la Ciudad de Buenos Aires, afirmó que el hecho de que la Ciudad se inunde en barrios en donde antes no lo hacía, como Caballito, San Telmo y Flores "nada tiene que ver con el volumen de agua caído y confirma la falta de mantenimiento tanto en limpieza como en reparación de los desagües pluviales". Feletti criticó a Macri por ejecutar solamente el 36% de la partida presupuestaria para la construcción de infraestructura pluvial durante 2009.

También existe un informe de la Auditoría General porteña en el que se advierte acerca del estado de la red de sumideros de la Ciudad. Allí se señala que la metodología utilizada en el proceso de verificación del mantenimiento de los sumideros, estructuras que conectan el drenaje superficial con la red de alcantarillado, fue ineficaz, y denuncia la falta de información para realizar controles. Además, indica que se encontraron muchos sumideros en mal estado y sin el número de identificación exigido. La situación de los vecinos de la Ciudad provocada por los últimos diluvios y las críticas de la oposición debilitan la figura del jefe de Gobierno porteño, que no pudo evitar que las últimas inundaciones en la Ciudad ensucien su imagen.