La corrupción en la administración pública italiana es un «tumor maligno» que destruye desde adentro las instituciones, denunció ayer un informe del Tribunal de Cuentas de ese país, que además subrayó el aumento en un 229% de las denuncias en 2009. El presidente de este organismo, Tullio Lazzaro, explicó que es necesario recuperar el «sentido ético», porque sin éste «nunca alcanzarán los jueces, los carabineros y las demás fuerzas de orden para combatir este mal».