Publicado: 18-04-09

El país está expuesto a todo tipo de epidemias y no hay prevención suficiente, ni infraestructura sanitaria adecuada, ni medios económicos para enfrentarlas y ahora los parlamentarios oficialistas se resisten a definir el actual ataque del dengue como tal, como un azote. Está comprobado que la pobreza potencia su surgimiento y expansión.

Un informe de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) indica que "los programas provinciales de salud atraviesan múltiples dificultades", como la falta de presupuesto y de insumos para frenar las endemias. Agrega la SIGEN que el "recurso humano está diezmado por la edad avanzada promedio de los operarios y la movilidad con la que cuentan es inexistente o vetusta".

Asimismo, según la SIGEN, las Delegaciones Sanitarias Federales "han perdido jerarquía" y se transformaron en "oficinas de trabajo administrativo". Detalla el informe de esta sindicatura que en la Dirección Nacional de Emergencias Sanitarias, que cuenta con una flota de cinco aeronaves y tres helicópteros, sólo funciona un helicóptero mientras la capacidad de la red de radiocomunicación está "seriamente disminuida".

Es interesante rescatar que, aparte de este detalle de la SIGEN, han regresado enfermedades que estaban erradicadas en la Argentina como el caso de la tuberculosis y la sífilis, entre otros males.